Comida chatarra y refrescos, obesidad.... combate a Covid19

Alejandro Armenta, senador de la bancada de Morena presentará una iniciativa tendiente a obligar a las empresas refresqueras y dulceras etiquetados claros y bien detallados de sus productos a fin de que los consumidores tengan conocimiento de lo que ingieren, en el caso de alimentos y bebidas no alcohólicas. Ello con el objetivo de reducir los altos índices de obesidad, hipertensión y diabetes que afectan a una buena parte de la población.

La propuesta antichatarra y de bebidas azucaradas no alcohólicas, o sea los refrescos, del legislador incluye se coloquen etiquetas o contraetiquetas con información nutrimental del producto y que sea de fácil comprensión y esta incluya información veraz, directa, sencilla y visible. La propuesta incluye que en el etiquetado frontal se advierta de manera separada sobre los ingredientes del producto, con la finalidad de que esté colocada de manera visible y clara la información de aquellos productos que excedan los límites máximos de contenido energético, azúcares añadidos, grasas saturadas, sodio y demás componentes.

Armenta considera que todas las bebidas endulzadas deberán llevar la leyenda que advierta que el abuso en su consumo puede generar enfermedades crónico degenerativas, como la hipertensión, la diabetes y la obesidad. Y se acoge a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establece que las etiquetas con advertencia también deben describir las enfermedades y los efectos nocivos específicos, ocasionados por el consumo de productos con altos contenidos de azúcar.

Y advierte que es el momento de que las empresas –en su mayoría multinacionales— asuman que es su obligación transparentar el contenido de cada uno de sus productos: “no podemos permitir que se engañe a nuestra sociedad con información nula o confusa”. Y recordó que, de acuerdo con la misma OMS, el 70 por ciento de los mexicanos padece sobre peso y obesidad, males que han contribuido a incrementar la morbilidad durante la pandemia.

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La economía mexicana en crisis

Y ahora las malas de la economía, vienen de uno de los aborrecidos organismos autónomos, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía lo cual no pasaba en México, desde hace muchas décadas y ello es insoportable, para el gobierno de la cuarta T.

El INEGI reporta que en el segundo trimestre, del presente año, la actividad económica en México se hundió 18.9 por ciento. Esta caída no tiene precedente en los registros del Inegi, pues, además, rebasó el promedio de los pronósticos estimados por gran parte por analistas financieros y, por supuesto, del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, que había pronosticado que la economía nacional ya había “tocado fondo”.

Las estimaciones del Inegi atribuyen la acelerada caída en buena medida a los efectos de la crisis derivada de la pandemia del Covid-19, pero también a otros problemas surgidos desde antes de la crisis sanitaria. Pero los especialista consideran que el deterioro inició en el segundo trimestre de 2019, es decir antes de desatarse la pandemia.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en los primeros tres meses de 2020, cuando todavía no se daba el brote agudo de Covid-19 en el país, la actividad económica ya había decrecido 2.2 por ciento.

El Instituto destacó que, por sectores, agricultura registró un descenso de sólo 0.3 por ciento, pero en el otro extremo, las industrias se desplomaron 26 por ciento y el comercio y servicios lo hicieron en 15.6 por ciento.

El titular del Inegi, Julio Santaella Castell, destacó que, con esta severa contracción, suman ya cinco trimestres consecutivos de variaciones anuales negativas de este indicador macroeconómico.

La caída del producto interno bruto, indicador más completo de la actividad económica, pero también menospreciado por el gobierno federal, o por el sector financiero. Los especialistas consultados por Banco de México en junio estimaron que el desplome había sido de 17.94 por ciento. Y el número de empleos perdidos supera los doce millones.

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El mensaje del presidente López Obrador de anunciar la creación de una empresa que se encargara de hacer las compras en el extranjero y su distribución de medicamentos, sin duda es un balde de agua helada a la industria que ofertó sus servicios a las anteriores administraciones y que terminaron por provocar una corrupción desbordada.

Esto significa romper el monopolio que existe de empresas que hasta el momento tienen el control en México, que venden a precios elevados y de mala calidad con problemas de desabasto.

Obviamente, el contubernio del gobierno, que sin duda generaba grandes dividendos para los vendedores y los funcionarios que autorizaban la compra. Vaya cañonazos de millones y millones y solo para unos cuantos.

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Somos el tercer país con más fallecimientos en el mundo. ¿Qué más tiene que ocurrir para que el gobierno de Morena ponga atención en el México real y acepte que la estrategia para contener la pandemia no dio resultado?, cuestionó el Presidente Nacional del PRI. Hasta hoy, el 93.2% de las empresas han sido afectadas, 15 millones de personas perdieron su empleo -9 millones de ellas mujeres- y casi la mitad de la población ocupada sufrió disminución de su ingreso, afirmó.

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La Asamblea General ordinaria de la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC), eligió por unanimidad a Norma Becerra Pocoroba, para dirigir el Consejo Nacional para el período 2020-2022. La nueva dirigente sustituye a Adrián Aguayo Terán, quien al frente del organismo ejerció una sólida defensa de los intereses de los asociados, del sector marítimo y afianzó las relaciones estratégicas ante autoridades y organizaciones vinculadas al transporte, a la actividad portuaria, la logística y, el comercio nacional e internacional.

Francisco Cervantes Díaz, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN), como principal dirigente empresarial del país, encabezó la toma de protesta de la nueva presidenta y del Consejo Nacional Directivo.