Contra huachicoleros, también la información

Contra huachicoleros, también la información
Por:
  • Carlos Urdiales

Fin de una semana inédita. El desabasto de gasolinas, no en todo el país, pero lo suficiente para convertirse en el tema nacional, se sustenta en dos pilares; el combate al robo de combustibles y la desinformación sobre los alcances de la inusual falta de gasolinas.

Datos oficiales fluyen temprano, exclusivas del Presidente en sus mañaneras. El área de Comunicación de Pemex, sus directores y especialistas brillan por ausencia. La secretaria de Energía se extravía cuando atender medios le toca; su declaración más lapidaria fue: “el desabasto durará, lo que sea necesario”.

Vayamos al primer componente de esta coyuntura nacional, el combate al robo de hidrocarburos. Sin vacilar, el Presidente López Obrador pateó un avispero oculto a la vista de todos, el huachicol de cuello blanco. Decisión política que sólo él puede mantener hasta las últimas consecuencias. No hay por qué reprochar su determinación.

La periodista Ana Lilia Pérez publicó su primer libro sobre este tema hace ocho años, El cártel negro, cómo el crimen organizado se ha apoderado de Pemex y el más reciente, Pemex RIP, vida y asesinato de la principal empresa mexicana (ambos de editorial Grijalbo). Detallados reportes de cómo la empresa productiva ha sido saqueada desde sus entrañas. Una lectura obligada, que explica la urgencia y la pertinencia de lo que hoy vivimos.

A saber, no sólo altos funcionarios son responsables, hay una vasta red de trabajadores que pie a tierra se convirtieron en eslabones de esa cadena criminal que nos robó 66 mil millones de pesos sólo en 2018 y quizá más, si multiplicamos 125 millones de litros de gasolina que se venden diariamente en México (45 mil millones de litros al año) y de los cuales se estima el 9 por ciento se “evaporan” (4 mil millones de litros) y se venden por redes alternas que salen de la misma empresa.

El huachicol de cuello blanco tiene mangas de sangre. Cárteles dedicados en principio al trasiego de droga, diversificaron sus ilícitos, secuestros, extorsión y tráfico de mercancías robadas de todo tipo; se involucraron de manera natural con los corruptos, que desde Pemex requerían medios y canales para los hidrocarburos robados, el huachicol de arriba, echa mano también de la amenaza creíble, que coopta o ahuyenta.

A casi 15 días del anuncio del plan nacional para combatir el robo de combustibles, instalaciones estratégicas de la petrolera están tomadas por soldados y marinos; el Presidente anunció cuatro mil efectivos y hace dos días informó que se suman otros cuatro mil.

Hace casi una semana supimos que hubo un accidente-fuga en el ducto Tuxpan-Azcapotzalco, luego un sabotaje y ayer se informó de otro más que afecta el abasto oportuno a la Ciudad de México. Sabotaje, atentado, accidente-fuga; la semántica extravía el mensaje y desinforma. Sume que la secretaria Nahle nos avisó que el desabasto durará lo que dure y los regaños por sicosis y compras de pánico se diluyen, aunque se necesiten.

La propaganda se enreda. Unos resaltan la alerta del Banco de México, parcial por cierto, ya que su Gobernador dijo en el ITAM que podría afectar, pero que confía en que el combate al huachicol dé resultados, o las palabras de un funcionario del FMI, mexicano e invitado al mismo foro en su alma mater y presumir que el FMI apoya al gobierno. Porras noticiosas en medio de la desinformación, falta de datos precisos y constantes.

Así, la comunicación gubernamental entre chairos y conservadores. Anuncio solitario del gobierno que necea; no hay escasez, hay nuevos canales de distribución para blindar a la empresa de todos. Y titubeante tuit de evocaciones cardenistas para inspirar que las molestias son pasajeras y el beneficio permanente. Por el momento, a eso se resume la técnica comunicacional de la 4T.

Hace falta poco para saber y reconocer que la decisión del Presidente es correcta y loable. Para entender su implementación tan sólo es necesario informar más y mejor. La solidaridad social la tiene garantizada, el rescate de Pemex y la guerra contra la corrupción la aplauden tirios y troyanos.