Educación inclusiva en la Constitución

Educación inclusiva en la Constitución
Por:
  • Agustin De Pavia

La reforma al artículo tercero constitucional que garantiza la educación de la población en México, es mucho más que dar marcha atrás a la evaluación magisterial; la reforma aprobada por la Cámara de Diputados sigue su camino de aprobarse por el Senado y luego por la mayoría de los congresos locales y ¡va pasar porque va a pasar!

Hoy por eso es un logro para la cultura de inclusión de personas con discapacidad que la Constitución diga que ¡Yo También tengo derecho a una escuela, igual que todos!, y no en sistema “especial”. En la educación especial la persona aprende a superar su discapacidad; mientras que en la inclusión la escuela cambia su forma de enseñar para eliminar las barreras al aprendizaje; es decir, en educación especial te enseñan a subir escaleras con tu silla de ruedas y en la inclusión se rompe esa escalera para construir una rampa.

Es un acierto que la Constitución establezca que la educación, como principio, sea inclusiva y no “especial” para personas con discapacidad, y este cambio de texto constitucional demuestra que la Cámara de Diputados escuchó las voces de la ciudadanía en el proceso de participación de la reforma. Organizaciones e instituciones como Yo También, Transversal, Mexicanos Primero, Conapred, Copred y Sipinna, presentaron propuestas de cómo debe ser una educación inclusiva, y con base en esas sugerencias se realizaron cambios al texto del artículo tercero constitucional aprobado por los legisladores.

La Cámara de Diputados cambió la iniciativa presidencial de inclusión educativa dentro de un sistema “especial”; es decir, se elimina el concepto viejo de educación especial por educación inclusiva, conforme los criterios internacionales de Derechos Humanos. Ahora, el Presidente debe presentar, dentro de 180 días, la Estrategia Nacional de Inclusión Educativa en sus “conferencias mañaneras”.

La exclusión educativa ya no la vivirán los siete millones de niños, niñas, adolescentes y adultos con discapacidad y sus familias que vivimos en México; esto gracias a que, por primera vez en nuestra Constitución, se garantiza el derecho a la inclusión, hecho histórico que transformará nuestro país.

La reforma es un logro, esto lo digo porque recuerdo que de niño era una lucha para mi madre encontrar escuelas inclusivas. Cuando lo hicieron, era como hacernos un favor, o me decían: “¡a ver si puedes con la escuela por tu discapacidad!”, si no te vas a escuelas exclusivas “especiales”, ¡por qué no puedes aprender!”, era lo que le decían a mi mamá, o lo daban a entender con su forma de tratarme en las escuelas. ¡Me discriminaban! Al día de hoy, soy profesor de Derechos Humanos y derechos de personas con discapacidad en dos instrucciones de educación superior y, como profesor, promuevo la educación inclusiva.