El despido por embarazo

El despido por embarazo
Por:
  • jacqueline tapia

¿Qué cree?, ¡estoy embarazada! Ésta es la frase que muchas mujeres usan para avisarle a su fuente empleadora que está embarazada, una frase llena de temor porque saben que muy posiblemente sean despedidas.

El despido por embarazo está entre los primeros motivos de denuncia por discriminación y es que es un secreto a voces que cuando una mujer está embarazada, muy posiblemente el lugar en donde trabaje le pidan su renuncia.

A todas las personas nos da mucho gusto cuando nuestra hija, amiga, prima hermana etcétera. nos anuncia sobre su embarazo, corremos hacerle un baby shower, incluso en Internet existen tutoriales para hacer una fiesta de bebé inolvidable, pues el nacimiento de una nueva persona en condiciones deseadas, llena de alegría a las familias, desafortunadamente muchas mujeres deben de recibir la noticia de su embarazo en una dualidad, por un lado, feliz por el acontecimiento y por otras, llenas de temor de qué pasará en su trabajo.

Persisten en ambientes laborales la falsa idea de que una mujer embarazada es una carga laboral, pues habrá que darle permiso para asistir al servicio médico, tres meses con goce de sueldo y después vendrá la lactancia y de ahí una serie de permisos, que si se enfermó, que si lo lleva a la guardería, que si los festejos en las escuelas, y así la lista.

Lo primero que me gustaría resaltar es que efectivamente a las mujeres nos toca gestar, parir y amamantar, así lo dictó la naturaleza. Siempre he pensado que, siendo madre de dos, me hubiera encantado que un hijo lo gestará yo y otro, mi marido, pero no es posible eso nos toca a las mujeres.

La otra idea a resaltar tiene que ver con el tema de los cuidados, sí es cierto que hay una parte que nos toca a las mujeres, lo cierto también, es que el resto de la crianza bien se puede compartir con la pareja y no todo debe recaer en nosotras. Los hombres deben ser proactivos en la crianza y no sólo “ayudarnos” sino ser corresponsables. Lo cual ocasionaría que ellos tendrían que solicitar una serie de permisos en lo laboral con lo que sería más equitativo.

Dicho lo anterior, la fuente empleadora se acostumbraría a que no es un tema de mujeres, sino un tema de familias, el cual no podemos impedir, porque es parte de la procreación de la humanidad, además de formar parte de nuestros derechos sexuales y reproductivos.

Las empresas deben de terminar con el supuesto absurdo de que las mujeres embarazadas le cuesta a la empresa, primero porque deberán estar inscritas en el IMSS o el ISSSTE como debe de ser y los costos del permiso de maternidad se minimizan y, si es cierto que tendrá que cubrir las responsabilidades durante ese tiempo, la verdad es que una buena planeación estratégica debería contemplar estas situaciones al reconocer además, que el embarazo no nos hace menos capaces, ése es un prejuicio.

En fin, que no hay pretexto para despedir a una mujer por su embarazo, y debe quedar claro que todo acto en este sentido es discriminación y hay que denunciarlo.