Encuentros y desencuentros por resolver

Encuentros y desencuentros por resolver
Por:
  • arturov-columnista

Más allá de muchas consideraciones que hay que valorar a detalle, el resultado en torno al aeropuerto trae como consecuencia un proceso de divergencias en México que superó en mucho las expectativas.

Las diferencias no implican por fortuna una polarización irreconciliable entre dos bandos, más bien se trata de una primera diferencia que solucionar, pues seguramente no será la primera en el camino. Dar certidumbre a la inversión es prioridad para el crecimiento económico.

Finalmente, la “consulta popular” para decidir sobre el futro aeropuerto terminan a favor de una opción que incluiría la modernización del actual aeropuerto de la Ciudad de México, el de Toluca y la adaptación de Santa Lucía, y con ello, se cancelaría el actual proyecto, ya puesto en marcha del nuevo aeropuerto de Texcoco.

Básicamente, estamos frente a dos posiciones que, por un lado, podrían tener una afectación negativa en las decisiones de la inversión privada, en el corto y mediano plazos, y otra, una posible resolución del próximo gobierno, que es consistente con los compromisos que se adquirieron en campaña.

En efecto, la disconformidad de varios e importantes sectores de la sociedad, por el resultado de la consulta, y más aún, por los métodos por los que éste se alcanzó, termina por tener un impacto realmente negativo en los mercados financieros, los cuales no tuvieron empacho en castigar la decisión. El peso se depreció 3.62% contra el dólar durante la jornada del lunes; en paralelo el riesgo soberano se deterioró con un aumento de 3.25%, el mercado accionario mostró un descenso de 4.2% en el valor del índice de la Bolsa Mexicana de Valores, y un aumento de 38 puntos base en el rendimiento de la tasa a 10 años de la curva local.

Por el lado de la posición de la próxima administración, la decisión es consistente con el compromiso de atacar la corrupción, fomentar la participación ciudadana, favorecer un impacto ecológico menos agresivo y dañino, y no menos importante, mantener estricto apego al Estado de Derecho. En este sentido, el Presidente electo se compromete a honrar los contratos con los inversionistas que participan en la obra de Texcoco, ofreciendo incluso, el proyecto alternativo de CDMX, Toluca y Santa Lucía.

Son a la luz de esta decisión, dos lados, que no necesariamente pintan como opuestos, y más bien deben de ir en paralelo. En este sentido, vale la pena mencionar el compromiso empresarial de mantener unidad frente al gobierno. Es necesario llegar a un nuevo acuerdo que garantice certidumbre y viabilidad para la inversión en el corto y mediano plazos.

Es cierto que el país no depende, ni debe depender de los mercados, pero tampoco hay que perder de vista que, todavía no son claras las consecuencias de la reacción en los mercados pues, aunque bien podríamos esperar un regreso de las principales variables como el tipo de cambio y las tasas de interés de largo plazo, la falta de certidumbre en las decisiones de inversión, podría llevar a validar un equilibrio nominal en un nivel más alto. Con ello, el escenario podría fácilmente descomponerse hacia niveles de mayor depreciación cambiaria e inflación, tasas de interés más altas y menor crecimiento económico, con afectaciones negativas sobre el empleo y los salarios.