¿Cómo salvar la economía?

¿Cómo salvar la economía?
Por:
  • gabriel-morales

A la par de la crisis de salud que enfrenta el mundo se avecina una casi inminente recesión económica. Cada país, dependiendo del avance de la pandemia en su territorio, ha decidido cuándo y cómo entrar en cuarentena, tratando de llegar a un punto medio que minimice a la par los daños a la salud y al mercado. Sin embargo, queda claro que la única manera de salir de ambas crisis requiere una fuerte intervención estatal. Pareciera entonces como si el mundo hubiera entrado en una especie de consenso keynesiano. El diablo, no obstante, está en los detalles.

Para enfrentar la crisis actual el Estado debe garantizar el bienestar de la población y de la economía en dos etapas: en la etapa de crisis y en la etapa de recuperación. Durante la pandemia, el Estado debe hacer lo máximo posible para reducir los efectos del brote, ayudar a la población más desprotegida y mantener las bases de la economía sanas lo más que se pueda.

La inversión entonces tiene que ir al sector de Salud (acceso universal) y a programas como seguros de desempleo, permisos de ausencia por enfermedad con goce de sueldo y transferencias a adultos mayores, estudiantes y discapacitados, así como a provisión de créditos y préstamos, para garantizar que las empresas que no vendan en esta etapa no caigan en bancarrota.

Las respuestas en esta primera etapa varían de Estado a Estado; mientras en Europa central y Escandinavia las estructuras preexistentes del estado de bienestar garantizan, por ejemplo, un seguro de desempleo de seis meses, en Estados Unidos miles se han quedado sin ingreso mensual.

En México, pocos cuentan con seguro de desempleo y por lo tanto una expansión de las transferencias (en especial a adultos mayores) es la orden del día. Sin una intervención al estilo alemán, las bases de la economía comenzarán a resquebrajarse. La segunda etapa es aún más complicada.

Supongamos que en unos meses, una combinación de inmunidad comunitaria y vacunas reduce el riesgo del virus, ¿cómo se podrá reanudar y reactivar el mercado? Sin las bases de la economía no se resquebrajaron (por ejemplo, si la mayor parte de las empresas y negocios pequeños siguen en pie) un empuje a la demanda pondrá en marcha a la economía.

Algunas de las políticas a implementarse serán transferencias directas (en Estados Unidos toda la población recibirá directamente en casa cheques del gobierno), inversión pública masiva (al estilo de la Gran Depresión, donde el Estado invirtió enormemente en infraestructura) y ayuda a empresas. Es en este último punto, donde el riesgo es más grande. Si bien el apoyo del gobierno a las grandes corporaciones es indispensable, éste debe estar condicionado a 1) no despedir trabajadores y a 2) reducir los sueldos y bonos de los directivos.

Es decir, que la inversión del gobierno, a diferencia de lo que ocurrió en 2008 en Estados Unidos, debe de tener como meta ayudar a los trabajadores y no solamente salvar a las grandes empresas.

Las bolsas pueden revivir, pero esto no necesariamente se traducirá en el bienestar de la población. Por eso, antes de gritar el triunfo de Keynes en Washington (y otros países), debemos poner atención a lo que está escrito en las letras pequeñas.