Free Kurdistan

Free Kurdistan
Por:
  • gabriel-morales

Siempre me ha llamado la atención la obsesión de la prensa y la opinión mundial con el conflicto israelí-palestino. Se trata, en verdad, de uno de los conflictos más longevos, aunque no de los más letales, y es uno de los pocos ejemplos de ocupación militar hoy en día.

Sin embargo, no hay nada que lo haga especialmente particular respecto a ocupaciones similares como la ocupación india en Cachemira, o la turca en Kurdistán. En los tres casos se trata de una ocupación militar en un territorio bajo disputa.

Uno de los argumentos que me suelen dar cuando he señalado la obsesión del mundo con Israel es que se trata de un país democrático y, por lo tanto, la presión del mundo occidental puede ser más efectiva que en el caso de, por ejemplo, la ocupación de China en el Tíbet.

No obstante, tanto India como Turquía son democracias bien establecidas y en ambos casos (en respuesta a otro de los argumentos que me suelen dar) se trata de mayorías étnicas que tratan de suprimir los deseos independentistas de minorías étnico-religiosas.

Esta semana, Turquía, que lleva décadas ya reprimiendo a los kurdos dentro de sus fronteras, se embarcó en una operación militar para ocupar el norte de Siria y evitar el establecimiento de un área autónoma kurda al sur de su país. La invasión turca ha tenido ya consecuencias nefastas.

Los kurdos, desesperados, firmaron una alianza con Assad, quien así consolida aún más su poder en Siria; Irán y Rusia se han convertido en los jeques de la región, y cientos de presos del Estado Islámico han escapado de la cárcel. Sin embargo, las consecuencias más duras son para la población kurda en el área, que había logrado establecer una especie de cuasi Estado, con algunos principios democráticos, que prometía ser una esperanza para millones de kurdos que han buscado desde hace décadas mayor independencia y, en algunos casos, el establecimiento de un Estado.

Los aviones turcos no dudaron en bombardear áreas con miles de civiles y se habla ya de cientos de miles de desplazados. El sueño kurdo (como el palestino) de construir un Estado se encuentra igual de lejos que hace un par de décadas y cientos de kurdos han muerto a manos de países poderosos, entre ellos Turquía y Rusia.

Sin embargo, con excepción de unas cuantas voces aisladas, la opinión internacional no se ha levantado en defensa de los kurdos. Las mismas páginas que proclaman la liberación de Palestina no han hecho un llamado a liberar a los kurdos del yugo turco.

Los perfiles en Facebook no se han llenado de banderas kurdas con la leyenda “Free Kurdistan”. La hipocresía de aquellos que seleccionan sólo uno o dos conflictos e ignoran las masacres, la injusticia y la ocupación en otros espacios siempre me ha consternado. Sin embargo, en este caso, donde una democracia —miembro de la OTAN, que tan sólo hace unos años ansiaba convertirse en miembro de la Unión Europea— bombardea y ocupa el norte de un país, acabando con los sueños de autonomía kurda, me parece particularmente obscena.