Noche en vela en Gaza e Israel

Noche en vela en Gaza e Israel
Por:
  • gabriel-morales

Después del asesinato de Bahaa Abu Al-Ata, el líder de la Yihad Islámica —un grupo terrorista que compite por el poder con Hamas en la Franja de Gaza— se escucharon las alarmas no sólo en el sur de Israel, sino en el centro del país, incluyendo la ciudad de Tel Aviv.

En tan sólo unas horas, la Yihad lanzó más de 200 cohetes hacia las principales ciudades en el sur y centro del país, las escuelas cancelaron las clases y las calles se tornaron desiertas.

La respuesta al ataque, como era de esperarse, fue un ataque aéreo contra las células terroristas de la Yihad en La Franja, que han dejado ya alrededor de 20 muertos, por lo menos dos de ellos civiles.

Bahaa Abu Al-Ata ha sido la cabeza detrás de incontables ataques desde Gaza hacia Israel y parece una decisión lógica del gobierno israelí asesinarlo. Sin embargo, unas horas después del ataque, Avigdor Lieberman, líder de uno de los partidos de derecha y ultra rival de Benjamín Netanyahu, salió en televisión a decir que hace un año la inteligencia israelí tenía la información suficiente para acabar con Abu Al-Ata, pero el ataque no se llevó a cabo porque Netanyahu no dio luz verde.

En el contexto político actual, donde Netanyahu, hundido en investigaciones por corrupción y tráfico de influencias, busca evitar que Benny Gantz, quien venciera en las últimas elecciones, forme un gobierno, las palabras de Lieberman ponen en duda las intenciones de Netanyahu.

¿Por qué decidió Netanyahu asesinar a Al-Ata precisamente esta semana? Haya sido esta decisión intencional o no, la nueva escalada de la violencia reduce las posibilidades de Gantz de formar un gobierno con la izquierda y le da fuerza a Netanyahu para formar un gobierno de unidad, donde él sea el primero en la rotación.

Queda claro que un primer ministro que se está enfrentando a la justicia y que no obtuvo una victoria en las últimas elecciones, no debería estar tomando decisiones tan críticas para la seguridad nacional; sin embargo, Netanyahu hará todo lo que esté en su poder para escapar de un posible juicio.

Más allá de las consecuencias políticas de este nuevo enfrentamiento, queda también claro que la respuesta israelí a los cientos de cohetes no pondrá fin al conflicto con Gaza. Sin una estrategia que provea a los habitantes de Gaza de los bienes más básicos; que busque la mejora de las condiciones de vida de sus pobladores en el largo plazo (incluyendo la apertura de un puerto y un aeropuerto y permitiendo la entrada de trabajadores de Gaza a Israel); además de la renovación del proceso de paz que le vuelva a dar esperanza al pueblo palestino, cada cuantos meses seguiremos viviendo la misma pesadilla: niños israelíes escondidos debajo de las mesas en sus escuelas y sus pares palestinos temiendo ante los sonidos de las fuerzas aéreas israelíes.