¿Quién ganó en Israel?

¿Quién ganó en Israel?
Por:
  • gabriel-morales

A pesar de atemorizar a sus votantes con la “aniquilación a manos de los árabes” (ciudadanos del Estado), de casi conducir al país a una guerra para aplazar las elecciones y de violar la ley electoral, entrevistándose el día de la elección en la radio y mandando miles de mensajes con encuestas falsas, el día de ayer, el Likud de Netanyahu quedó por detrás del partido de Benny Gantz, antiguo comandante de las fuerzas armadas de Israel.

Esto, sin embargo, no garantiza el triunfo de Gantz, de centroizquierda, sobre Netanyahu, pues el destino de ambos depende de Avigdor Lieberman, líder de un partido de centroderecha secular quien podría darle la mayoría a ambos si así lo decidiera.

En una situación normal, es decir, si Netanyahu no estuviera metido hasta el cuello en investigaciones por corrupción y tráfico de influencias, lo natural sería un gobierno de coalición entre ambos. Sin embargo, después de prometer a sus electores que no formaría coalición con Netanyahu, es improbable que Gantz entre en un gobierno de rotación con él.

Hay varios escenarios posibles, el primero es un gobierno de coalición entre Gantz y el Likud, sin Netanyahu, pero para esto el Likud tendría que derrocar a su líder quien, a pesar de estar debilitado casi de muerte, sigue dominando el partido. Otra opción, más improbable, sería para Gantz buscar a los partidos religiosos junto con la izquierda, este tipo de coaliciones se ha formado en el pasado; sin embargo, la campaña de Gantz prometió a sus electores un gobierno secular, así que esta opción parece también improbable.

Un tercer escenario posible es que Lieberman, quien toda la campaña dijo que se negaría a sentarse con Netanyahu, ceda y le otorgue a éste una coalición de extrema derecha. Una cuarta opción podría ser un gobierno de rotación entre Gantz y Netanyahu, donde Gantz sea el primero en la rotación; esto parece improbable, pues Netanyahu sabe que de no pasar una ley que garantice su inmunidad pronto se tendrá que enfrentar a la justicia.

Queda en el aire, por lo tanto, una última opción, las terceras elecciones en un año. Netanyahu no dudará en avanzar esta opción si es posible; no obstante parece improbable que los otros partidos le otorguen el favor. La incertidumbre es total; sin embargo, a diferencia de las elecciones anteriores, el hecho de que Gantz, aunque por poco, le haya ganado a Netanyahu, le da un nuevo aire de legitimidad.

El presidente Rivlin tiene ahora el deber de otorgar el mandato a alguno de ambos para formar un gobierno. Rivlin, acérrimo rival de Netanyahu, dentro del Likud, se encuentra en una encrucijada. Vienen entonces 28 días de tensiones que podrán desembocar en una crisis constitucional; sin embargo, aunque existe la posibilidad de que Netanyahu se quede en el poder, no tendrá los suficientes votos para pasar una ley que le otorgue inmunidad, casi asegurando que su futuro político tiene los días contados.