La serie “Narcos” muestra la cara de la narcopolitica

La Haya, 18 de noviembre. Este mes comencé a ver la nueva temporada de "Narcos", una serie transmitida en una plataforma digital que según las críticas más ásperas hace una apología de la figura del narcotraficante. Ésta plasma la evolución del narcotráfico en México en los años ochenta, con una figura protagonista identificada como el "jefe de jefes", Miguel Ángel Félix Gallardo, un legendario narcotraficante capaz de constituir una confederación del crimen organizado. Pero más allá de la polémica en torno de esta serie que está bien producida y revela datos contenidos en archivos gringos, deja en claro el enorme poderío del narcotráfico financiado con grandes cantidades de dinero y protegido por el poder político y judicial, a grado tal que muestra su colusión con el crimen y la razón por la cual éste sigue creciendo. Y aunque esta serie es una narrativa combinada con la ficción, está basada en hechos reales y hasta la fecha el narcotráfico sigue ganando terreno en el país, por lo que será uno de los principales problemas que el próximo gobierno tendrá que atender prioritariamente para revertir la tendencia de violencia y atacar ese emporio de la droga.

La serie de “Narcos” coincide con una información publicada por diario El País que da cuenta de cómo la justicia española decidió reabrir la investigación por blanqueo de capitales en contra de un expresidente del PRI y exgobernador tras la declaración de dos testigos en Estados Unidos.

Dos años atrás se había informado que la investigación se había cerrado después de que el exgobernador de Coahuila había sido detenido por autoridades españolas en el Aeropuerto de Barajas, a petición de un tribunal estadounidense. En ese momento el gobierno mexicano movilizó toda su maquinaria diplomática y legal para que lo liberaran y traerlo de vuelta a suelo mexicano. No fue hasta esta semana, y curiosamente a un par de semanas de que entre al poder el nuevo gobierno, que el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, encargado de la investigación, reabriera el caso por lavado de dinero y la supuesta asociación delictiva con integrantes del grupo criminal de "Los Zetas", según fuentes judiciales de Estados Unidos.

La decisión para continuar con dicha investigación se sustenta en el testimonio de dos testigos en San Antonio Texas que declararon tener conocimiento de que el político mexicano utilizaba empresas fantasmas para el supuesto blanqueo de capitales. Aunque en España no se dieron a conocer los nombres de los posibles testigos, en un comunicado del propio Humberto Moreira se anuncia desde México que va a recurrir la reapertura de esta investigación y señala que los testigos en su contra son Rolando González Treviño y Héctor Javier Villareal, este último extesorero del gobierno de Coahuila.