Nos dieron el avión

Nos dieron el avión
Por:
  • larazon

La propuesta de rifar el avión presidencial capturó rápidamente la atención de millones de personas —en favor y en contra— y mostró con ello la capacidad de Andrés Manuel López Obrador de abordar ideológicamente el imaginario colectivo pues el eventual sorteo resolvería la vida al ganador, pero no los apremios financieros nacionales… aunque, cumpliría una promesa de campaña.

Veámoslo por cuatro ángulos técnicos:

1.- Por el lado de oferta, la rifa de 6 millones de boletos de 500 pesos significa que la Presidencia tasó en unos 150 millones de dólares el TP01, es decir, 70 millones por debajo de lo que originalmente se pagó a la empresa Boeing, que encabeza David L. Calhoun, aceptando una depreciación de 31%. Aunque en este momento Banobras, a cargo de Jorge Mendoza, tiene entre las ofertas en firme una por 125 millones de dólares —la más alta— de una compañía estadounidense, el Gobierno mexicano no acepta ese precio. Por cierto, la oferta del empresario coreano Pumsso Ra parece ser “oferta de saliva” pues no presenta propuesta formal, ni garantía ni cartas de crédito.

2.- En cuanto demanda, un eventual ganador tendría el beneficio de “uno o dos años” de servicio (entre 31 y 62 millones de pesos en especie) y la obligación de pagar impuesto a tasa aplicable promedio de 7%, o sea unos 210 millones de pesos. Sería deseable el acompañamiento de Banobras al eventual ganador para la pronta monetización del activo pues existen ofertas firmes con piso en los 80 millones de dólares, unos 1,600 millones de pesos que implican la bolsa más grande jamás rifada en nuestro país.

3.- En finanzas públicas, los 3 mil millones de pesos  captados cubrirían sólo 15 días de becas de Jóvenes Construyendo el Futuro, pero daría 43% de los recursos adicionales (7 mil millones de pesos) que requieren los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, a cargo de Gustavo Reyes, para ofrecer atención totalmente gratuita en 2020. También equivalen a 1.9% del subejercicio del presupuesto federal que acentuó la recesión económica del país en 2019.

4.- Funcionalidad: el 787-Dreamliner se adquirió como sofisticada, pero onerosa herramienta de trabajo que el mismo Enrique Peña quiso vender; una oficina presidencial volante y no como palacete con alas que sirvió para afianzar inversión extranjera y lazos comerciales como el ahora multi-aclamado T-MEC. Vaya, se proyectó como un activo nacional para una presencia del alto perfil en los foros globales.

Pero las cosas cambian.

Yucatán, austeridad funcional. En su primer año de gobierno, Mauricio Vila ajustó en mil millones de pesos el gasto estatal (regresó cientos de vehículos de lujo, canceló líneas celulares innecesarias, fusionó en 15 dependencias la administración estatal), pero amplió a 24/7 los servicios públicos de salud y médico a domicilio en 60 municipios. Al mismo tiempo se estimuló la inversión privada (la extranjera se duplicó) en el sector aeronáutico, turístico, autopartes, textil, agroalimentario y logístico con lo que el estado subió del 25° al 6° lugar nacional en generación de empleo. La gobernanza y seguridad pública derivaron en que el aeropuerto de Mérida marcó récord en pasajeros con 6 nuevas rutas y en que Puerto Progreso recibiera 162 cruceros. Gobierno esbelto, no flaco.

CFE genera… escándalos. En la empresa productiva del Estado, a cargo de Manuel Bartlett, no entiende que los escándalos terminan por rebotarle al Presidente López Obrador: mañana a mediodía se prevé el anuncio de que Arrendomóvil - Autofin de Juan Antonio Hernández, ganó 80% de las partidas con valor de casi 2,900 millones de pesos para dotar 8 mil vehículos en los próximos 2 años a la CFE… y dejando un raquítico 20% a otros 3 proveedores para hacer la finta de que hubo competencia. Pero las anomalías en tal concurso serán objeto de instigación de la Función Pública, de Irma Eréndira Sandoval, como el dejar fuera a Casanova Vallejo de Carlos Echenique, la que ofreció servicio de gran calidad los pasados 4 años.