Mercado laboral: mayor poder de compra, pero menor formalidad y calidad

Mercado laboral: mayor poder de compra, pero menor formalidad y calidad
Por:
  • arturov-columnista

Cifras de empleo y salarios de los trabajadores afiliados al IMSS muestran tendencias opuestas en cuanto al empleo y salarios se refiere, con un saldo no tan benéfico para el país.

Cuatro tendencias generales se desprenden de los datos recientes: (1) menor generación de empleos formales; (2) que se compensa con el fuerte incremento de los salarios; (3) por tanto, se fortalece el poder de compra de los trabajadores formales; (4) pero ahora hay más empleos informales y con menor calidad.

En agosto, la generación de empleos formales (trabajadores afiliados al IMSS) continúa desacelerándose, debido al menor crecimiento económico. Si bien estimaciones propias (cifras desestacionalizadas) apuntan un ligero repunte en la generación de nuevas plazas respecto al bimestre junio-julio (11,368 versus un promedio de 5,724), resulta insuficiente para revertir la tendencia de desaceleración vista a lo largo de este año, la cual tiene como causa fundamental la pérdida de crecimiento económico. El incremento anual del empleo formal en agosto de 1.8% resultó el menor en casi una década. Ello se traduce en una generación de 358.6 miles de nuevos empleos, monto también menor en casi diez años.

La desaceleración del empleo se focalizó prácticamente en todos los grandes sectores de la economía (con excepción del sector agropecuario). En particular, ha sido muy acentuada la desaceleración en los segmentos de construcción, manufacturas y electricidad, gas y agua.  Las actividades ligadas a los servicios han sido la fuente principal de generación de empleos, aunque también han mostrado pérdida de dinamismo.

Por estado de la república, la dinámica de generación de empleos ha sido más heterogénea.  Los estados que presentaron mayor crecimiento en la generación de empleo fueron: Nayarit (7.3%), Campeche (7.2%), Aguascalientes (6.1%), Querétaro (5.9%), Sinaloa (4.2%) y Yucatán (3.4%), que en conjunto contribuyeron con casi una tercera parte al crecimiento a nivel nacional del empleo.

Asimismo, otros estados que, aunque con menor crecimiento, también tuvieron una aportación significativa (casi dos terceras partes) al avance del empleo: Ciudad de México (1.1%), Jalisco (1.9%), Nuevo León (1.8%) y Guanajuato (2.5%). Los estados en los que se desaceleró más la creación de empleos fueron Baja California, Baja California Sur, Quintana Roo, Tlaxcala e Hidalgo.

Como contraparte a la pérdida de dinamismo en el empleo, el crecimiento de los salarios reales se fortalece, con ello, el poder de compra de los asalariados formales (masa salarial) continúa con su tendencia creciente. Así lo indican el salario promedio de cotización al IMSS, como los salarios contractuales en el sector privado, cuyos incrementos reales (3.3% y 3.23%, respectivamente) han sido los mayores en por lo menos 15 años.

La desaceleración del empleo formal trae como consecuencia un deterioro mayor en la calidad de la fuerza de trabajo. La menor generación de trabajadores formales ha implicado una expansión en el número de trabajadores informales; asimismo, algunos indicadores de julio que muestran un crecimiento importante, como la tasa de condiciones críticas de ocupación y la tasa de subocupación, corroboran menor calidad del empleo.