Trump-Bloomberg: duelo de magnates

Las audiencias dentro de la investigación contra Trump fueron devastadoras para el presidente. Sin embargo, sus allegados y los medios afines a él se han aferrado en su defensa, esgrimiendo los únicos argumentos que les quedan a mano: teorías conspiratorias, difamación de testigos, distorsión de los hechos y campañas de desinformación.

Trump mantiene en un puño al Partido Republicano, el cual se vuelve contra las agencias de inteligencia estadounidenses, afirmando que Ucrania intervino en las elecciones pasadas tratando de justificar su interés en pedirles investigaciones sobre los Biden a cambio de dinero. Esta narrativa podría ser la base para que el Senado, dominado por su partido, justifique exonerarlo en el inminente juicio en su contra. Frente a su base, la estrategia es la de siempre: ignoren los hechos, créanle a su presidente. De esta forma, la administración Trump se consolida como la pesadilla orwelliana perfecta.

En una trama en la que altos funcionarios, además del propio presidente, están envueltos en un acto de coerción por una ganancia política, se desacredita a personas con hojas de servicio intachables y que, en algunos casos, incluso trabajan para personalidades del propio Partido Republicano como el vicepresidente Pence. La negación y el cinismo es la regla a seguir. La verdad y la Patria no importan, el Partido y la lealtad al líder imperará sobre todo.

Ante este panorama, ¿hay algún candidato demócrata que sea capaz de vencer a Trump en la elección del 2020? Tenemos dos frentes: el progresista —con Sanders y Warren, en segundo y tercer lugar de las preferencias— y el centrista —con Biden, el puntero—. Ellos representan claramente la fuerte división del pueblo estadounidense no sólo entre republicanos y demócratas, sino al interior de los mismos partidos.

En este escenario, el ingreso de Michael Bloomberg a la carrera demócrata viene a dar un golpe en el tablero. El exalcalde de NY, empresario y filántropo es un abierto enemigo de Trump. Esta figura híbrida podría pelear por la sección de votantes republicanos interesados en la economía, pero desencantados de las excentricidades y el poco patriotismo de Trump. Del mismo modo, podría atraer a los independientes y los votantes demócratas centristas —debilitando a Biden— con sus reformas progresistas no radicales y su franco activismo en cuestión del cambio climático.

“No podemos permitirnos cuatro años más de acciones imprudentes y poco éticas del presidente Trump”, Bloomberg apela así tanto a los votantes de ambos bandos. Con 10 semanas para el inicio de las primarias, el magnate pondrá a trabajar sus millones y su conocimiento de los medios para opacar a unos precandidatos desgastados por una larguísima campaña.