No recesión, pero si mucha debilidad económica

No recesión, pero si mucha debilidad económica
Por:
  • arturov-columnista

En el segundo trimestre del año la economía mexicana registró una aceleración moderada. Avanza a una tasa trimestral de 0.1% desde una caída de -0.2% en el primer trimestre del año.

Asimismo, el PIB del 2T’19 comparado con el mismo periodo del año anterior avanzó 0.4% desde 0.1% en el trimestre previo. Con este dato, se anulan los temores de “recesión técnica” que recientemente habían cobrado fuerza.

El sector servicios continúa como motor principal del avance económico. Mantuvo un aumento anual de 1.0% durante todo el primer semestre. Si bien la industria continúa con resultados negativos, parece haber tocado fondo al final del segundo trimestre, ya que su producción permaneció estancada respecto al primer trimestre.

No obstante, la desaceleración productiva es evidente, se han acumulado tres trimestres consecutivos de un muy pobre crecimiento. La situación es preocupante. No obstante, las expectativas de analistas apoyan un estimado de crecimiento económico para todo el año ligeramente por debajo del 1.0%, lo que implica una recuperación productiva en el segundo semestre del año con un avance de por lo menos 1.5% anual en ese periodo.

No es una exageración decir que las preocupaciones sobre el desempeño económico no son menores, llegan a tal grado que, el mismo Gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda, está dispuesto a impulsar el crecimiento económico de manera directa y mucho más eficiente de lo que se ha visto hasta ahora en la actual administración.

Para revertir el estancamiento productivo, se pretende una inyección de recursos de alrededor de 485 mil millones de pesos (2% del PIB). El mayor y más ágil manejo en el gasto público, la aceleración del crédito de la banca de desarrollo, apoyo a los productores agrícolas –especialmente en el sur del país-, y adelantar las licitaciones del próximo año del Gobierno federal, serán los ejes de la estrategia del gobierno que, si bien no garantiza una reversión de la fase actual de debilidad económica, si manda una clara señal contra cíclica, la cual seguramente será apoyada próximamente por una reducción de la tasa de interés por parte de Banxico.

Son varios y severos los retos y obstáculos que hay por delante para lograr que la estrategia económica gubernamental sea exitosa. No sólo la mayor/menor eficacia en la instrumentación y manejo del gobierno, es una variable relevante, también entran en juego varios riesgos importantes que valen la pena mencionar.

El entorno es realmente adverso. Particularmente, los temores sobre el menor crecimiento mundial siguen latentes y se acrecientan con la guerra comercial entre Estados Unidos. Ello, además de frenar nuestras exportaciones, provoca un menor precio del petróleo afectando las finanzas públicas.

A ello se suma que todavía hay muchas dudas en torno a la estrategia de rescate de Pemex. Su éxito depende de generar resultados inmediatos, como el poner freno a la caída libre a la producción de petróleo. Finalmente, a pesar de que ha habido avances para lograr un mayor acercamiento entre el sector privado y el sector público, por lo menos hasta ahora, ello no ha pasado del discurso que supondría una mayor inversión. Hay que crear lazos más fuertes que se traduzcan en inversión productiva.