P.L. Travers: el dolor de los secretos de Mary Poppins

1957, Chelsea, Londres, Anthony Hone (17 años) toca a la puerta de Pamela Travers (57) buscando a su hermano gemelo: Camillus Hone (17). A pesar de cerrar la puerta de forma inmediata se abrió la verdad a uno de sus tantos secretos, le había hecho creer a Camillus (su hijo adoptado) que su padre había muerto en el trópico antes de conocerlo, y que desde su viudez ella estaba a cargo de la familia.

En ese momento le tuvo que confesar que en realidad lo había adoptado en Irlanda y que Anthony era su hermano gemelo. Ahí empezó el alcoholismo de Camillus; ella pensó que al ocultar una dolorosa historia su hijo estaría a salvo de sufrirla.

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Poco después Camillus perdió su licencia, por conducir en estado de ebriedad, a los 21 años al repetirse el delito, acabó en una prisión de máxima seguridad.

Es probable que a Pamela Travers el dolor y los problemas que enfrentó en ese tiempo la llevaran a decidirse a venderle los derechos de su libro Mary Poppins a Walt Disney, quien llevaba más de 15 años tratando de convencerla.

Pamela creó a Mary Poppins en 1933, cuando se estaba recuperando de un episodio de depresión mayor que fue causado porque pensaba que estaba enferma de tuberculosis. Su personaje, una niñera derivada de las historias celtas, tiene un patrón mitológico pues llega a las familias con la finalidad de cambiar una situación inaceptable o dolorosa para los niños. Se trata de una mujer perfeccionista, que tiene la frase que se adecua a cada ocasión, es capaz de doblegar a los pequeños con su magia, posee fuerza, seguridad y vitalidad. Su punto débil es la vanidad, pues siempre está checando su sombrero, su ropa y disfruta de estar bien vestida con su paraguas que tiene cabeza de perico, que además, le permite transportarse volando entre las estrellas.

Una de las biógrafas de Travers: Valerie Lawson, quien escribió Mary Poppins, She Wrote, se basó en las 28 cajas de correspondencia que la escritora entregó a la biblioteca de

Sidney y en una entrevista que le dio a la revista de mitos: Parábola, en 1986, explica el dolor emocional de donde surge el personaje: Travers nació como Helen Lyndon Goff, en 1899 en Maryborough, Australia, su padre, un hombre melancólico con alcoholismo grave, con serios problemas económicos; su madre, una mujer que fue huérfana temprana, con depresiones severas. A la muerte de su padre cuando ella tenía siete años, su madre tuvo un intento suicida y ella comprendió que le correspondía cuidar de sus dos hermanas pequeñas, por lo que prendió la chimenea y empezó a tener la ilusión de ver un caballo volador que las llevaba a ella y a sus hermanas, lejos de esa familia depresiva. Cuando migró de Australia cambió su nombre por P.L. Travers, pues ser mujer escritora en ese tiempo era muy difícil. Inventó que sus raíces eran irlandesas-escocesas y que ella era de origen inglés. Obsesionada con rescatar la figura de su padre, creó su cuento en donde aparece Mr. Banks, personaje basado en él, acompañado de una niñera mágica que es la unión del caballo que fantanseó y de su tía Ellie que la cuidaba.

Es muy triste que la creadora de un personaje tan legendario en la vida de los niños, haya pensado que las mentiras le ayudarían a educar a su hijo. Camillus (fallecido en 2011) decía que siempre sintió que había algo raro en su vida, al enterarse de la verdad se sintió traicionado y engañado, por lo que padeció alcoholismo durante muchos años.

Las historias personales se deben resolver a través de tratamientos psiquiátricos y psicológicos. No es recomendable basar la crianza en mentiras de ningún tipo.

Otra paradoja es que Mary

Poppins no le dé importancia al dinero y que Travers haya vendido los derechos de su obra (en 1960) por una necesidad financiera, le pagaron 100, 000 dólares en efectivo y el cinco por ciento de las ganancias de la película, que significaron cinco millones de dólares. Todo esto le ayudó a tratar la enfermedad mental que le causó a su hijo, con el sacrificio de que a su personaje la convirtieran en una mujer dulce y guapa (Julie Andrews) cuando lo que ella describía era una mujer adusta y misteriosa. Travers murió a los 96 años de edad.

En las palabras de Mary Poppins: “nunca deberíamos juzgar por la apariencia. Ni siquiera a una maleta”.