Para “misiles” los de la administración pública mexicana

Para “misiles” los de la administración pública mexicana
Por:
  • monica-garza

Los primeros 10 días de 2020 han terminado y si la tradición de las cabañuelas acierta, no nos espera un año sencillo. En este inicio de año el conflicto entre Estados Unidos e Irán impactó tanto en nuestra atención, que casi la distrajimos de temas locales que para los mexicanos deben de ser prioritarios.

Por ejemplo, el mismo día en que se anunciaba la muerte del general Sulaimani en Irán, en México un juez concedía un amparo contra cualquier orden de aprehensión a Juan Vera Carrizal, señalado como el autor intelectual del ataque con ácido perpetrado contra la joven saxofonista oaxaqueña María Elena Ríos, quien hoy sigue luchando por sobrevivir a tan devastadora agresión.

Se llama impunidad lo que está definiendo este caso, sobre el que pesan temor y presiones, sobre todo encima de la familia de María Elena Ríos, que luego de su último comunicado guardan un misterioso silencio.

El terreno de la salud se antoja el más desastroso. En sustitución del Seguro Popular inició operaciones el Instituto de Salud para el Bienestar que aseguraba atención médica gratuita en su to-ta-lidad, pero ha resultado un desorden.

La Secretaría de Salud no acaba de explicar ese compromiso a medias que sólo aplica para atención de primer y segundo nivel a aquellos que no cuenten con seguridad social.

En tratamientos de alta especialidad se cobran “cuotas de recuperación” que están establecidas en la Ley General de Salud, pero muchos con papel en mano han denunciado un aumento con respecto a lo que pedía el Seguro Popular.

Lastiman las mentiras y las falsas esperanzas, aunque algunos funcionarios prefirieron comentar en sus redes sociales más sobre el conflicto de Irán, que sobre la vulnerabilidad de la salud de muchos mexicanos.

[caption id="attachment_1083401" align="alignnone" width="696"] Estudiantes de la Preparatoria 9 realizan una asamblea, el miércoles pasado. Foto: Cuartoscuro[/caption]

Esta semana también supimos que 9 mil 164 personas desaparecieron en nuestro país en 2019, de las cuales sólo el 43% fueron localizadas.

Hay 61 mil 637 desaparecidos en un México donde el crimen organizado puede operar sin consecuencias, frente una estrategia de seguridad que con su ineficacia suma otras víctimas: los niños.

De los 11 mil 72 menores cuyo paradero se desconoce, más de mil desaparecieron en 2019. El último Informe sobre fosas clandestinas y Registro Nacional de Personas Desaparecidas o No localizadas señala en una gráfica que mil 713 niñas, niños y adolescentes fueron localizados, pero no dice ¿en qué condiciones?

No se especifica si los hallaron con vida o sólo encontraron sus restos. No está disponible la base de datos ni la metodología empleada, además de que la información sigue sin actualizarse en 12 Fiscalías del país. ¿Qué pasa con la transparencia?

El ir y venir del conflicto en el Medio Oriente casi opacó el informe ‘La Infancia Cuenta en México 2019’ presentado por la Red por los Derechos de la Infancia, que reveló que 3.6 menores murieron todos los días a consecuencia de la violencia.

Se contabilizaron 12 víctimas de trata cada mes, de 0 a 17 años, 7 de cada 10 son mujeres niñas o adolescentes, y sólo de enero a agosto de 2019 el REDIM registró 59 feminicidios con víctimas menores de edad.

Las protestas por la violencia que gobierna algunas instituciones de la UNAM, tampoco tuvieron mucha más atención que el avión de pasajeros ucraniano derribado “por error” por un misil iraní.

Mientras la Preparatoria 9, “Pedro de Alba”, víctima de un vandalismo inclemente que ya tiene destrozado el plantel, cumplió 2 meses en paro, tomado por alumnos que exigen la destitución inmediata de docentes señalados de acoso sexual.

Aunque sin denuncias formales sobre estas acusaciones, a las autoridades universitarias les es imposible actuar, mientras una autonomía confundida mantiene adentro a quienes deberían estar fuera de una institución emblemática, que se prepara para recibir a nuevos estudiantes en un ambiente hostil.

¿Qué pasó con Bolivia y el papel que jugará el diplomático tampiqueño, poeta y pintor Edmundo Font, como nuevo encargado de negocios interino de la embajada de México en aquel conflictuado país?

¿Qué pasó con la decisión unilateral de EUA de enviar mexicanos deportados a Guatemala, que ni siquiera fue tema en la edición 31 de la Reunión de Embajadores y Cónsules en Palacio Nacional?

Sólo una tragedia del tamaño de la ocurrida en el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, nos regresó la atención completa a nuestro país, y a una urgencia mil veces señalada en este espacio: la salud mental de los jóvenes.

Por eso, si hemos de fijar la atención en la guerra de un desierto, que al menos sea uno de los nuestros.