¿Qué pasó en las intermedias?

¿Qué pasó en las intermedias?
Por:
  • leonardo-nunez

Finalmente pasaron las elecciones intermedias en Estados Unidos y, tal como la mayor parte de los análisis y estimaciones anticipaban, los demócratas lograron obtener la mayoría en la Cámara de Representantes, mientras que los republicanos mantuvieron su posición de ventaja en el Senado.

Eso no quiere decir que las elecciones hubieran estado ausentes de sorpresas y resultados inesperados, a la vez que abrieron un nuevo panorama de incertidumbre y problemas, tanto para demócratas como para republicanos. En primer lugar, la participación ciudadana rompió todos los récords previos en votaciones intermedias, con 49% del padrón votando. Esta movilización no se veía desde los años sesenta, cuando se alcanzaron récords de 45% que no volverían a verse hasta ahora.

En segundo lugar, los asientos que los demócratas lograron arrebatarles a los republicanos en la cámara baja no sólo lograron cambiar el color de distritos que por décadas se habían mantenido en manos republicanas, sino que permitieron el ingreso de una gran cantidad de nuevos políticos que no tienen que ser más que ellos mismos para poner en evidencia el contraste con el discurso de Donald Trump. Por ejemplo, Ilhan Omar, de Minnesota, y Rashida Tlaib, de Michigan, se convirtieron en las primeras congresistas musulmanas; Verónica Escobar y Sylvia García serán las primeras congresistas latinas de Texas o Alexandria Ocasio-Cortez, que triunfó en Nueva York y será la congresista más joven en la historia y, además, es latina.

En tercer lugar, las elecciones intermedias pusieron de manifiesto la gran división política que se ha hecho una con la división geográfica: el discurso de Donald Trump no ha podido ser desplazado del territorio estadounidense rural, mientras que los demócratas han hecho suyas las grandes ciudades y los suburbios. Esto presenta una situación interesante, por un lado, la división ha permitido que los demócratas triunfen en las elecciones locales, debido a que las zonas urbanas ofrecen una gran cantidad de asientos por la concentración de población; por el otro, este mismo fenómeno ha hecho que en las competencias más grandes, como las carreras al Senado en las que participa todo un estado, los republicanos logren hacerse con la ventaja. En el total de votos al Senado los demócratas obtuvieron 13 millones más de votos que los republicanos, pero aún así perdieron dos asientos y no lograron conquistar la mayoría. El discurso de Beto O`Rourke en Texas, por ejemplo, logró resonar a nivel nacional, pero no fue suficiente para desplazar a Ted Cruz de su asiento. Así, las perspectivas hacia 2020 no son halagüeñas para los demócratas, ya que todavía no construyen un discurso y una maquinaria que pueda triunfar en el ámbito rural.

En cuarto lugar, hay que señalar que en algunos estados aún hay números pendientes: en Florida la competencia al Senado y a la gubernatura fue tan reñida que se activó un recuento voto por voto que podría revertir la victoria republicana, mientras que aún es necesario esperar por los resultados finales de Georgia y Arizona. Finalmente, tendremos que seguir y analizar los nuevos equilibrios de poder ahora que Donald Trump se enfrentará al gobierno dividido.