Revisitar la Guerra Fría

Revisitar la Guerra Fría
Por:
  • armando_chaguaceda

El libro de Vanni Pettiná Historia mínima de la Guerra Fría en América Latina ya está en las librerías. Constituye un esfuerzo erudito por leer desde las realidades latinoamericanas la contienda geopolítica e ideológica que contrapuso a EUA y la URSS, junto a sus respectivos bloques, por cuarenta años. Entendiendo dos visiones de la modernidad que, de 1945 a 1989, se disputaron la hegemonía global.

Entre las virtudes del libro -que se lee de forma amena- presenta la superposición entre dinámicas globales de la Guerra Fría y las propias de la región, calificándolas como fracturas externa e interna. El autor revela cómo en Latinoamérica las fases de la periodización local no coinciden con las etapas de tensión y distensión que caracterizan al proceso a escala internacional, sobre todo leído en clave europea. Y enfatiza el componente de violencia política que dejó su impronta en la Guerra Fría latinoamericana.

Debatiendo con otros autores, Pettiná señala que si bien la presencia de la ideología marxista y socialista fue temprana -al calor de la Revolución bolchevique- no fue hegemónica al interior de amplios bloques progresistas continentales, que miraban más a la Revolución mexicana, a esquemas populistas, socialdemócratas o liberal democráticos. Reconoce que, de 1929 a 1945, la política de Buen Vecino de F.D.Roosevelt se tradujo en cierto repliegue del intervencionismo tradicional y una mayor colaboración con vecinos del Sur; tanto en materia económica -con créditos a proyectos de infraestructura- como de reconocimiento político a los gobiernos y agendas de cambio centro y sudamericanos.

A contrapelo, el rol de las élites conservadoras, posterior a 1945, unido al debilitamiento de las opciones reformistas, el agotamiento del modelo sustitutivo de importaciones y el quiebre de alianzas entre clases medias, sectores populares y burguesías nacionalistas, hizo entrar a la región latinoamericana de lleno en los procesos de la Guerra Fría.

Durante los años sesenta, la obra demuestra como la polarización y radicalización política ligados al anticomunismo de la política estadounidense y las oligarquías nacionales, enfrentaron a la expansión de las guerrillas promovido desde Cuba, generando una espiral de violencia. Que tendría en las dictaduras en Sudamérica un modelo político siniestro y en las guerras civiles centroamericanas un escenario sangriento, en la fase final de la Guerra Fría. Reconoce el autor que el fin del enfrentamiento bipolar facilitó los procesos de transición democrática en la región, pero que los lastres de desigualdad social y problemas de consolidación de los derechos ganados aún dejan escenarios complejos para las poblaciones latinoamericanas. Por todo lo anterior, con la Historia Mínima... tenemos una bitácora no sólo para explorar el pasado reciente de la región, sino para explicarnos el presente y los futuros posibles de América Latina.