Roma sigue haciendo historia

Roma continúa haciendo historia. Hoy sábado el poderoso sindicato de productores de Hollywood (PGA) entrega sus premios anuales, y entre las 10 nominadas a Mejor Película está la lúcida y cautivante obra de Alfonso Cuarón.

De triunfar, como ya lo hizo el pasado domingo en los Critics’Choice, que otorga la mayor asociación de críticos en Estados Unidos, tendrá el camino abierto para obtener el Oscar, con lo que se convertiría en el primer filme extranjero (es decir, no hablado en inglés según la definición formal de la Academia de cine) en ganar como mejor película general. En los últimos 10 años la ganadora del PGA ha coincidido en ocho ocasiones con la del Oscar.

Y este martes 22, la Academia anuncia las nominaciones a las 24 categorías del Oscar, que sigue siendo el premio más importante y de mayor impacto internacional. Auguro que Roma recibirá entre siete y ocho nominaciones: seguro las de Película Extranjera, Película General, Director, Guion Original, Foto, Edición y Diseño de Producción, y podría sumar las de Actriz Estelar para Yalitza Aparicio y Sonido. El récord para una produccion extranjera lo ostenta la entrañable La vida es bella, con siete.

Únicamente cinco producciones extranjeras han logrado ser nominadas en esta categoría: Z del griego Costa Gavras, ícono del cine político; la monumental Los emigrantes del sueco Jan Troell; La vida es bella de Roberto Benigni; la magnética historia de fantasía de Ang Lee, la taiwanesa El tigre y el dragón, y ese estremecedor relato intimista del alemán Michael Haneke que es Amour. Todas estuvieron nominadas a Mejor Dirección y las cinco se llevaron la estatuilla a Mejor Película extranjera. Pero ninguna de estas memorables obras consiguió el Oscar principal. Era una convención no escrita que esa categoría estaba reservada para una cinta en inglés y el hecho de estar nominadas ya representaba el reconocimiento de la Academia a su alta calidad.

Tampoco ninguno de estos grandes cineastas fue galardonado como Mejor Director. Ahora, Cuarón será, de eso no tengo ninguna duda, el primero en obtenerlo por un filme extranjero. Ello además, representará la quinta ocasión en los últimos seis años que el Oscar a Mejor Director caiga en manos de un mexicano: Cuarón fue el primero en lograrlo con Gravity; Alejandro González Iñárritu lo consiguió de manera consecutiva por Birdman y The Revenant, y Guillermo del Toro se lo llevó el año pasado por La Forma del Agua.

Soplan otros vientos en Hollywood y la presión para ser más incluyentes y abrirse a la diversidad han cambiado la mentalidad. Tenía que ser una obra de la dimensión de Roma la que abriera brecha y sentara el precedente. Lo que nos ha legado Cuarón es una profunda crónica humana, que es un testimonio social, político, de vida urbana, de relaciones interpersonales y de drama individual. Para mí, el mejor filme mexicano de

los últimos 50 años.