Se cierra la carrera presidencial

Se cierra la carrera presidencial
Por:
  • gabriel-morales

En el escenario ultra polarizado que se vive en Estados Unidos, los debates presidenciales tienen poca importancia, pues son en realidad pocos los electores que se identifican como independientes. Sin embargo, como lo demostrara lo sucedido en los últimos días, los debates pueden ser cruciales para definir al ganador de las primarias.

Antes de los dos debates de la semana pasada había tres contendientes claros por la candidatura del partido demócrata, Joe Biden, Bernie Sanders y Elizabeth Warren, y dos más con algunas posibilidades, Kamala Harris y Pete Buttigieg. Además, este debate parecía ser la última oportunidad para los contenientes fuera de los cinco primeros lugares.

El juego por la presidencia tomó un giro interesante. A pesar de que algunos de los otros contendientes, como Julián Castro, se fortalecieron en el debate, ninguno fuera de estos cinco tuvo ganancias significativas. Con todo y que tuvo un buen, aunque no espectacular desempeño en el debate, Buttigieg parece, por el momento, estar fuera de la contienda.

En graves problemas esta el senador Bernie Sanders. A pesar de que sus seguidores le siguen siendo fieles, Bernie no ha logrado aumentar sus números. Su campaña parece una repetición de la campaña de 2016 y, por lo tanto, no logra generar demasiado interés.

Además de que pocos electores sugieren a Bernie como su segunda mejor opción, esto deja por el momento en la contienda a Biden, Warren y Harris. Biden sigue liderando por alrededor de diez puntos, sin embargo el ataque de Harris en el debate lo golpeó fuertemente (pasó de un promedio de 35 a uno de 28 por ciento).

El exvicepresidente se mostró titubeante y aburrido en el debate y Harris supo pegarle donde más le duele, acusándolo entre líneas de haber apoyado durante su carrera políticas racistas. Este momento estelar de Harris, la única mujer afroamericana en la contienda, la catapultó de manera espectacular. El problema más grande de Harris es el electorado afroamericano en el sur, que apoya, paradójicamente, a Biden.

Warren tuvo un buen desempeño en el debate, probablemente el segundo mejor. De no haber sido por la sorpresa de Harris, Warren habría logrado ganar algunos puntos. Mientras que Harris, de centro-izquierda, tratará de robarle votos a Biden, el juego de Warren en las siguientes semanas será por los votos de Bernie.

Si la campaña del senador continua en picada, es muy probable que sus electores decidan apoyar a Warren, y así prevenir la victoria de un candidato menos progresista. Harris desde ahora tiene todos los reflectores en ella, lo cual le da oportunidades para avanzar, pero también la expone a la crítica, cosa que no había sucedido en la campaña.

Por último, Biden tratará de mantenerse callado y cuidar su liderazgo, porque sabe que un error más como el que tuvo en el debate puede convertirse en un golpe fatal.