Septiembre

Septiembre
Por:
  • David Leon

Septiembre nos recuerda cicatrices imborrables que llevamos en la mente y en lo más profundo del corazón. Es septiembre una extraordinaria oportunidad para realizar un homenaje a las víctimas, reconocer nuestra solidaridad y esforzarnos por estar mejor preparados ante el riesgo sísmico.

El territorio nacional está compuesto por 32 entidades federativas, 18 de ellas, consideradas con alta sismicidad. En lo que va de este año, cerca de 19 mil sismos han ocurrido en nuestro país; más de 10 mil de ellos con epicentro en el estado de Oaxaca y dos mil en el estado de Chiapas.

El sismo de mayor magnitud del que tenemos registro sucedió en 1787 en las costas del estado de Oaxaca y Chiapas, con una magnitud de 8.6. De 1985 al día de hoy, se han registrado 20 sismos de magnitud siete o mayor, entre ellos, dos episodios inolvidables: 1985 y 2017, compuestos por tres grandes sismos. El del 19 de septiembre de 1985, ocurrido a las 7:00 de la mañana con 17 minutos y 49 segundos, magnitud 8.1, con epicentro a 45 kilómetros de La Mira en el estado de Michoacán. El sismo del 7 de septiembre, ocurrido a las 11 de la noche con 49 minutos y 17 segundos, magnitud 8.2, con epicentro a 140 kilómetros de Pijijiapan en el estado de Chiapas. Por último, en un hecho completamente inexplicable, el sismo del 19 de septiembre, ocurrido a la 1:00 de la tarde con 14 minutos y 39 segundos, magnitud 7.1, con epicentro a ocho kilómetros de Chiautla de Tapia en el estado de Puebla.

Desde este espacio envío con mucho respeto un abrazo con afecto, emoción y solidaridad, a todas las familias que se han visto dolorosamente afectadas por los sismos que han impactado nuestro país.

Los sismos han puesto de manifiesto el amor y la solidaridad que como pueblo profesamos por el otro. Reconozco y agradezco a los mexicanos, del sector público, privado y social, uniformados y no uniformados, que, con valor, fraternidad y vocación de servicio, arriesgan su vida para tomar la de otros entre sus brazos.

De manera muy especial, reconozco y agradezco a cada uno de los integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina, que se encuentran presentes de manera permanente, con lealtad y sacrificio, en el auxilio de las familias mexicanas en emergencia y desastre.

La sismicidad de nuestro país es incontrolable. Nadie podrá decirnos cuándo y en qué magnitud temblará. Lo que podemos asegurar es que volverá a temblar. Por ello, debemos ocuparnos de manera seria y disciplinada de prepararnos mejor ante los sismos. Entre las tareas que debemos implementar, está la identificación de los inmuebles en los que transcurre nuestra rutina, ubicando sus zonas de riesgo y de seguridad; elaborar un plan, determinar responsables y tareas a ejecutar en caso de la existencia de un sismo, integrar una mochila de emergencia y practicar simulacros con regularidad. Además, es preciso revisar nuestras construcciones y, fortalecer y aplicar sin concesión los reglamentos de construcción para estar seguros de que los inmuebles que habitamos son resistentes ante los sismos.

Siendo México un país de sismos, debe ser la sociedad mexicana una altamente preparada para enfrentarlos.