Sociedad Civil, el blanco que se mueve

Sociedad Civil, el blanco que se mueve
Por:
  • monica-garza

“#SíConLasOSC”… fue el llamado con el que diversas Organizaciones No Gubernamentales y de la Sociedad Civil, salieron a defenderse esta semana en redes sociales, luego de verse convertidos en el nuevo blanco de los dichos del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

“No conozco gente de la sociedad civil. Hay muy pocos de izquierda, con todo respeto, todo lo que es sociedad civil tiene que ver con el conservadurismo”, dijo esta semana el Presidente, quien desde 2018, en su calidad de candidato, las señaló como una ‘Sociedad civil fifí’ a la que le tenía desconfianza, y como dice la canción, “sobre aviso no hay engaño”, así que la guillotina ya se venía afilando.

Ya se ha hablado de la desaparición —o recorte presupuestal— del Instituto Nacional de Desarrollo Social, por considerarlo una “simulación”, con el mismo argumento de “evitar la corrupción” y acciones promovidas por “los conservadores”.

De acuerdo al Inegi, 57.7 por ciento de las personas que integran las Organizaciones Civiles hacen un trabajo de voluntariado, y sólo el 42.3 por ciento son personal remunerado.

La justificación para cortar las alas de las OSC fue un simple acumulado de adjetivos, con la premisa de hacer llegar los recursos, una vez más, directamente a quienes los necesitan, sin mayor organización.

Varias organizaciones se manifestaron en un desplegado, recordándole al Presidente que muchas de las iniciativas que han conseguido allanar el camino para que el país se transforme, vienen precisamente de los ciudadanos organizados.

El Instituto Nacional Electoral, la autonomía de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Banco de México, el Coneval, el Inai y el surgimiento de una cultura de rendición de cuentas, que López Obrador tanto ha peleado y defendido.

La posibilidad de hacer denuncias sobre violaciones graves a los Derechos Humanos, como ocurrió en los casos de Ayotzinapa o Tlatlaya, y a los que el Ejecutivo también ha aludido en varias ocasiones.

[caption id="attachment_875905" align="alignnone" width="696"] La Sociedad civil levantando la voz en una manifestación. Foto: Especial[/caption]

Entre los órganos mencionados hay algunos que se no se verán afectados, o resentirán en menor medida los recortes presupuestales, pero hay otros cuya labor hoy está en peligro de extinción.

Malo, porque se trata de ciudadanos que defienden causas que nadie más defiende, con especialidades con las que en ocasiones el gobierno no cuenta, para auxiliar a poblaciones desprotegidas como los niños de la calle, los enfermos mentales, personas con discapacidad, jóvenes de la comunidad LGBTTI, población carcelaria, o programas de educación sexual dirigidos a prevenir el VIH, que sigue siendo un tema del que muchos prefieren no hablar.

Un análisis realizado por Mexicanos vs. la Corrupción pudo identificar en los nombres de miles de las organizaciones civiles, palabras clave que señalan los focos de atención como “mujer”, “vida”, “educación”, “cultura”, “jóvenes”, “niños”, “sustentable” y “rehabilitación”.

Es muy peligroso que el Presidente pase por alto el hecho de que muchas de estas organizaciones son impulsadas por jóvenes, sector al que en gran parte le debe la posición que ahora tiene.

Jóvenes informados y organizados que impulsaron su movimiento durante el proceso electoral, con la confianza de recibir algo en reciprocidad. Voces fundamentales que hoy se ven amenazadas.

La sociedad civil también es la lucha contra la corrupción, las madres organizadas que buscaron a sus hijos en fosas, los defensores de derechos humanos, que con su trabajo también pavimentaron el camino a la nueva Presidencia.

Esos grupos que ahora llama “conservadores”, son los que buscan la libertad y el respeto a la diversidad sexual, y salvan vidas a través de la información y una unión que el gobierno no ha conseguido, y que hoy quiere coartar cerrando las puertas.

Puertas que por otro lado sí abre a organizaciones religiosas, de las que se dice respetuoso, aun cuando incluyen casos de corrupción o pederastia; “no nos vamos a pelear con ellos”, ha dicho simplemente.

México se ha transformado de muchas maneras en los últimos años, ha vivido un despertar que difícilmente podría explicarse sin la voluntad de hombres y mujeres, que se han organizado para defender causas sociales y retos del país, que el Presidente López Obrador también utilizó como estandarte durante 12 años.

México ya no se entiende sin la fuerza de su sociedad civil organizada, a la que hay que tratar con respeto y no subestimarla,  porque esa también es el pueblo, y como dice el Presidente, “el pueblo es el que manda …”.