Senadores de Morena hicieron bien la talacha

Por primera vez en la historia habrá tres mujeres en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La sesión en la que fue designada Margarita Ríos-Farjat fue diferente a la que se registró cuando Rosario Piedra Ibarra rindió protesta en el Senado de la República como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Sin embargo, pese al feliz final de la votación del jueves en la que Ríos-Farjat alcanzó 94 votos, que le proporcionaron en automático la mayoría calificada, no se pudo quitar de encima el hecho de que era la carta favorita, ni más ni menos que del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que incluso provocó división a lo interno de la fracción parlamentaria de Morena de cara a la carrera por el 2024.

Se supone que no solo destacados intelectuales e investigadores tenían como opción para la Corte a Ana Laura Magaloni. También estuvo detrás de ella, gente de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, por lo que el presidente de la Junta de Coordinación Política de esa  del Senado, Ricardo Monreal, tejió fino a favor de la opción del tabasqueño, o sea, la ahora extitular del Servicio de Administración Tributaria, lo que no impidió que algunos senadores morenistas se hubieran inclinado, a la hora de la votación, por la doctora Magaloni.

Ahora sí, a diferencia de la votación por cédula más reciente -aquella de gritos y sombrerazos-, privó la transparencia y orden cuando fueron turnados a la urna transparente los 122 votos de los legisladores presentes.

Ricardo Monreal cumplió con la mayoría calificada, al alcanzar 94 de 122 sufragios emitidos mediante cédula. Solo seis senadores faltaron a la sesión:

Ismael García Cabeza de Vaca, Raúl Paz Alonso y Gloria Elizabeth Núñez Sánchez, del PAN; Raúl Bolaños Cacho Cué, del Partido Verde; María Antonia Cárdenas Mariscal, de Encuentro Social e Indira Kempis Martínez, de Movimiento Ciudadano.

El mayor significado de esta elección es que Ricardo Monreal recuperó su estima de concertador de acuerdos y consensos…

En temas internacionales, ayer mismo el Pleno del Senado acordó dar plenas facultades a la Junta de Coordinación Política y a la Comisión de Relaciones Exteriores para recibir para su análisis cualquier documento relacionado con el Tratado entre los Estados Unidos Mexicanos, los Estados Unidos de América y Canadá.

También da la facultad de adoptar las resoluciones pertinentes, elaborar los documentos necesarios para estos efectos y, en su caso, remitirlos a las instancias correspondientes.

Y es que, por la mañana, Ricardo Monreal, coordinador de Morena, rechazó que el Senado se precipitara al ratificar en junio pasado el T-MEC y afirmó que éste tampoco está en riesgo ante la intención de Estados Unidos de modificarlo.

“No somos Oficialía de Partes y tampoco queremos ser tratados como tales. (…) El Senado de la República tiene que estar enterado de los adendum, anexos que se estén adicionalmente aprobando al T-MEC, sin que nosotros lo hayamos visto, revisado y aprobado, no es conveniente que se firme, hasta en tanto no tenga el visto bueno del Senado”.

Cárdenas contra Morena

¡Vaya respuesta que le dio el senador Ricardo Monreal a Cuauhtémoc Cárdenas! Le dijo, tajante que, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se asemeja más a los regímenes de la socialdemocracia que de una izquierda tradicional como los conocemos en México.

No podemos regatear al presidente López Obrador su capacidad, su talento y su amor por México dijo el político zacatecano, quien añadió que:

“Nadie en la historia había sido tan honesto, como el presidente López Obrador; nadie en la historia había combatido la corrupción a fondo, como López Obrador; nadie en la historia había implementado una política social tan profunda como López Obrador; nadie en la historia reciente, había sacudido la parafernalia del poder público y se había desnudado de lujos y de prebendas, privilegios que ofendían al pueblo de México”.

El líder de la mayoría morenista en el Senado de la República nos señala que las afirmaciones de Cuauhtémoc Cárdenas -realizadas en España—, en las que precisa desconocer al Gobierno de López Obrador como de  Izquierda o a su Partido, el Movimiento de Regeneración Nacional hacia esa inclinación política.

Monreal, quien también preside la Junta de Coordinación Política de la Cámara alta, desechó la posibilidad de “enfrentarse con la historia”, tal como lo reconoce en su libro Péndulo Político, “es claro al mencionar que, en México, en el momento actual, estamos más cerca de la socialdemocracia que de otra filosofía o nomenclatura política”.

El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, más que de izquierda es socialdemócrata, y MORENA está en un momento difícil de definición política, declaró el senador Ricardo Monreal.

El zacatecano responde de esa manera a los dichos del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, en el sentido de que el mandatario ni el partido no son de izquierda.

Precisó que no coincide con el ingeniero, pero que respeta lo que pueda decir, porque “no me voy a pelear con la historia”, puntualizó.

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Dicen que el que nada más no recibió a los familiares de los tres detenidos por el caso LeBáron fue el fiscal de Chihuahua, César Augusto Peniche, quien prefirió remitirlos con uno de sus subordinados para abrirles la puerta a conocer las investigaciones. Ante esto ven que al interior de la familia LeBáron crecen las sospechas de que estos detenidos no tendrían nada que ver con el ataque que dejó nueve muertos en Sonora.

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Nos aseguran que desde Presidencia vino la orden de frenar la iniciativa del senador Napoleón Gómez Urrutia para frenar el llamado outsourcing simulado. Y es que cuando el mismo Napo echaba las campanas al vuelo para subir a pleno la reforma, el senador Ricardo Monreal tejió un acuerdo en la Junta de Coordinación Política para aplazar la discusión del tema del outsourcing porque, aseguran, los empresarios hicieron los riesgos de la reforma al presidente AMLO.

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Una prueba piloto que causará ruido es la que se aplicará en Ciudad de México y que consiste en sacar por unas horas a sentenciados de delitos menores para realizar trabajo comunitario. Una vez que lo concluyan regresarían al reclusorio, pero eso indudablemente aumenta el riesgo de fugas.