Algunas explicaciones sobre la violencia masculina

Algunas explicaciones sobre la violencia masculina
Por:
  • valev-columnista

El mal no está para explicarlo, sino para

enfrentarlo, es decir, para remediarlo

(Stanislas Breton)*

La primera explicación de la violencia masculina es el heteropatriarcado, concepto al que recurrimos con frecuencia, como la explicación sociocultural más relevante, que provoca la burla en quienes no saben lo que significa, y que hace referencia a un sistema sociopolítico en el que el género masculino y la heterosexualidad están por encima de otros géneros y otras orientaciones sexuales. Quienes están sometidos por este sistema son las mujeres, las niñas y todos los que tengan otra orientación que no sea heterosexual. Patriarcal porque al hombre se le considera el padre simbólico en todos los ámbitos y quien detenta la jerarquía más alta en la esfera familiar, laboral, social y cultural. Los dogmas del heteropatriarcado se sintetizan en el domino de la mujer a cualquier precio; en la hipertrofia de lo que el hombre hace y logra mediante la rivalidad y la competencia, en detrimento de la esfera emocional; en el mensaje que parece ineludible: la única emoción permitida cuando las cosas se salen de su control, es el enojo. Esta identidad masculina estereotipada ha sido trágicamente resistente a los cambios porque a pesar de la revolución cultural que produjo el feminismo en el mundo, la estructura patriarcal sigue casi intacta en México y en otros países.

Hace más de 20 años, Jorge Corsi y colaboradores, publicaron Violencia masculina en la pareja** que sigue siendo una referencia para entender los rasgos del hombre que violenta a su pareja. En lo cognitivo, los autores hablan de aprendizajes sobre masculinidad y feminidad. Se socializa para ser niño o niña y los comportamientos de cada género son excluyentes entre sí: los niños no deben hacer cosas de niñas y viceversa.

En la conducta, los hombres aprenden cómo resolver problemas en lo público y en lo privado. La violencia es una de las conductas aprobadas socialmente, con el argumento de que la testosterona está detrás de las respuestas más agresivas de los hombres, dejando de lado la cultura y justificando así que el hombre sea más propenso a verse envuelto en peleas físicas, a utilizar su fuerza para someter, a arriesgarse más, a tener más problemas con la ley y otras conductas que son ceremonias aprendidas de violencia que en lo privado consisten en someter a quien no acate su ley y dominio incuestionable. Si las niñas y mujeres se le enfrentan, tiene derecho a resolver el problema usando la fuerza: amenazas, burlas, castigos, golpes. En el espacio público, también tiene derecho a vulnerar los cuerpos de las mujeres y niñas, con miradas, palabras o con sus manos, porque las mujeres son concebidas como un bien del que puede gozar o al que pueden castigar o violentar si no se comportan conforme al estereotipo femenino cuyo rasgo fundamental es el sometimiento.  (continuará)

*FENOMENOLOGÍA DE LA VIOLENCIA Una perspectiva desde México, coordinado por Luis Herrera Lasso, Ed. Siglo XXI, México 2017

**VIOLENCIA MASCULINA EN LA PAREJA, Corsi, Jorge, Dohmen, Mónica, Liliana y Sotés, Miguel Ángel, Ed.Paidós, Buenos Aires 2000.

Psicoterapeuta sistémica y narrativa desde hace 15 años. Éste es un espacio para la reflexión de la vida emocional y sus desafíos.