¿Y luego, dónde los ponemos?

¿Y luego, dónde los ponemos?
Por:
  • mauricio_flores

El crecimiento que registró el tráfico aéreo en 2018  (6.2%) triplicó la tasa de crecimiento del PIB, como comúnmente sucede, y sumó  95 millones de pasajeros, según estimaciones que pronto habrá de corroborar la Dirección General de Aviación Civil, que lleva Rodrigo Vázquez; de ellos, casi 50% se habría originado o arribado al AICM.

Suponiendo que se cumple la mitad de la expectativa del PIB del actual gobierno –a una tasa media de 2.5% anual- al final del sexenio serían casi 146 millones de pasajeros al año que se moverán por aíre y de los cuales, 73 millones tendrán como origen-destino un aeropuerto que habrá cumplido más de 70 años. En otras palabras, ni con el ambicioso programa de la SCT, a cargo de Javier Jiménez Espriú, de extender la capacidad del AICM y ampliar la del Aeropuerto Internacional de Toluca, que dirige Alejandro Argüdín, se podría dar atención a ese número de pasajeros, que en ese período habría crecido en 53% acumulado…  a menos que la demanda de vuelos se paralice, con todas sus consecuencias.

Vámonos con Santa Lucía. Suponiendo que se construya el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía -y que haya aerolíneas dispuestas a operar en una instalación no avalada por MITRE- con todo y accesos terrestres, el proyecto encomendado a Rubén Samaniego tendría que ser capaz de atender apretadamente a 32 millones de pasajeros anuales en 2024. Aun con ello, la capacidad en el espacio aéreo del Valle de México habría quedado saturado. Tal vez Toluca podría extenderse, pero sin mayor margen para atender más pasajeros, ya sea por un mejor y deseable desempeño económico o por el simple paso del tiempo. Vaya, los datos de crecimiento de pasajeros en las principales aerolíneas nacionales en 2018 fueron: Aeroméxico, que comanda Andrés Conesa fue 6%; Volaris de Enrique Beltranena 12%; VivaAerobus de Roberto Alcántara 20% e Interjet de Miguel Alemán 12.5%. Imaginemos cuál será la demanda de vuelos en 6 años. Todos vamos a extrañar el NAIM de Texcoco.

Tren Maya, director. Y la buena nueva es que, por instrucción presidencial, el secretario de Turismo Miguel Torruco, designó a Carlos Orozco (el más destacado experto en diseño ferroviario del país) como director general de la empresa de participación estatal mayoritaria FONATUR-Tren Maya; el principal proyecto de desarrollo del sureste efectuado en décadas y que es coordinado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo que conduce Rogelio Jiménez Pons.

GN y soberanía. Más claro ni el agua. El presidente de la CONAGO, Alejandro Moreno, dio la bienvenida a la formación del Guardia Nacional sí sus facultades se establecen con precisión su carácter civil en la Constitución, el respeto a la soberanía de los estados y apego a los derechos humanos y se niegue la militarización del país. Es decir, el gobernador de Campeche apoya la GN como un brazo más del federalismo, sincronizado con los poderes estatales y municipales. Que así, sí.