Corea del Norte castigará cruelmente a quienes vean películas extranjeras

En 2002, las autoridades de Pyongyang bajo el régimen de su líder supremo tuvieron una única encomienda: encontrar cerca de 20 mil CD’s ilegales, cuyo contendido sería notablemente sensible para el consumo civil.

Fue así como las redadas de captura comenzaron en toda la extensión de Corea del Norte: era necesario erradicar las películas extranjeras para siempre.

Laura Bicker, corresponsal de Asia para la BBC, destaca la introducción de una nueva ley en Corea del Norte que tiene como objeto eliminar cualquier tipo de influencia extranjera. Cualquier persona que no se alinee a este principio formador del nacionalismo local podría sufrir consecuencias muy severas.

En Corea del Norte no hay internet ni redes sociales y sólo existen algunos canales de televisión permitidos por el gobierno. De acuerdo con Guy Delisle, caricaturista político que vivió en Pyongyang, todos hablan sobre la supremacía y grandeza del líder en turno.

Si bien esta realidad ya existía antes de la toma de gobierno de Kim Jong-Un, desde 2011 el mandatario hizo que esta condición fuera aún más drástica. 

En sus palabras, consumir contenido extranjero se trata de un “pensamiento reaccionario”. Cualquiera que sea sorprendido con medios de comunicación ilícitos será sentenciado a pena de muerte por fusilamiento.

Quienes consuman contenido ilícito, podrían ser condenados a 15 años de trabajo en campos de concentración. Lo mismo aplica, según Jong-Un, a aquellos cuyo comportamiento sea “desagradable, individualista y antisocialista“, particularmente entre la juventud norcoreana.

Para Kim Jong-Un, el contenido y los artículos venidos del extranjero son “venenos peligrosos“ y por esta razón, les declaró la guerra desde hace años, pero no fue hasta este año que concretó un proyecto de ley que “pretende proteger a la población” de este tipo de influencias nocivas.

A pesar de esto, destaca Bicker, lo impresionante e ingeniosa que ha sido la gente para circular y ver películas extranjeras que generalmente se pasan de contrabando a través de la frontera con China.

Con información de BBC.