Audi Q5: sin sacrificios

Por allá de 2008, BMW le regaló al mundo, para bien o para mal, las SUV Coupé cuando presentó la X6. A partir de aquel momento, ese tipo de carrocería se fue extendiendo con rapidez a otras marcas.

Sin embargo, en las premium es otro cantar y prácticamente no queda un solo segmento en donde no se ofrezcan. Hablando específicamente de Audi, ya existen Q3 Sportback, Q5 Sportback, Q8 y Q4 e-tron Sportback.

Particularmente en la categoría que hoy nos ocupa, nuevamente fue BMW la que dio la primera campanada al presentar la X4, seguida de la GLC Coupé, y finalmente Audi con la Q5 Sportback, que dicho sea de paso se fabrica en México.

La Q5 Sportback tiene esa atractiva apariencia tipo coupé, es muy espaciosa en la banca trasera, más que sus rivales teutonas, y también ofrece excelente espacio de cajuela (510 L).

Motor y características técnicas: Con la renovación de la Q5, llegó la tecnología mild hybrid, que produce grandes mejorías en el apartado del manejo y refinamiento.

Llevar la leyenda 45 TFSI en el portón trasero significa que bajo el cofre tenemos un motor 2.0 litros turbo que entrega 249 hp y 272 lb-pie de torque asociado a una transmisión S-Tronic de doble clutch y siete cambios que envía la potencia a las cuatro esquinas vía el conocido sistema de tracción integral quattro.

Manejo. La Q5 Sportback se deja llevar a ritmos muy elevados sin ningún problema. Fiel a esa característica que suelen tener todos los Audi, son muy fáciles de llevar rápido, va muy bien plantada, transmite confianza y el refinamiento es sobresaliente. Silenciosa y bien aislada, una calidad de marcha claramente premium.

Interior. Puertas adentro, encontramos una atmósfera perfecta, materiales y calidad de ensamble sobresalientes y destaca la gran pantalla central montada en formato tipo tablet desde donde se pueden controlar prácticamente todas las funciones del vehículo. Sistema de audio, comunicación, estado del vehículo, etcétera.

Conclusión. Hace poco tiempo hicimos en Autocosmos una comparación entre GLC SUV y GLC Coupé de Mercedes-Benz, eran mecánicamente idénticas y la versión era la misma, con lo cual, las diferencias se reducían básicamente al apartado estético. Al subirme en la parte trasera de la Q5 Sportback no sentí esa sensación de encierro que sí te da la GLC Coupé, está mejor resuelta en ese sentido y en verdad en el caso de la Audi, no siento que demande ningún sacrificio.