La reconocida mezzosoprano estadounidense J’Nai Bridges admite en entrevista con La Razón que las actuales políticas de recortes a la cultura y las artes en su país la han agotado y entristecido. Sin embargo, afirma que en tiempos difíciles la música debe perdurar y ya se prepara para debutar en México con la Orquesta Sinfónica de Minería.
Interpretará Canciones de Neruda, de Peter Lieberson, como parte de la Temporada de Verano el 19 y 20 de julio en la Sala Nezahualcóyotl, bajo la dirección de Lina González- Granados.
Interpretará Canciones de Neruda, de Lieberson. Cuando lo hizo por primera vez, ¿qué disfrutó más? Estoy muy emocionada por cantar estas hermosas canciones en México. Será la primera vez que cante en español en un país de habla hispana, así que es realmente un honor para mí. Las interpreté por primera vez con Gustavo Dudamel y la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles.

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Esta poesía nos lleva a través de diferentes etapas del amor, porque el amor, como sabemos, puede ser muy complicado y hay muchos niveles para él. La música es hermosa. Conozco Canciones de Neruda porque fueron escritas por Lorraine Hunt Lieberson, una de mis mezzosoprano favoritas. Las he estado escuchando durante muchos años y cuando me las aprendí, pensé: ¡Dios mío! Esta música es como un sueño. Queda muy bien con mi voz y tiene tantos colores diferentes con la orquesta y los instrumentos. Para mí es una de las mejores piezas de música que se ha escrito.
¿Cuáles son los retos vocales? A veces no hay mucha orquesta debajo y es sólo mi voz. Es más un desafío mental, porque puede parecer un poco intimidante, pero cuando estoy realmente dentro de la música, en la historia y en la poesía, no tengo miedo. Si tuviera que elegir un solo desafío, es que mi voz está muy expuesta, especialmente en el último movimiento: “Amor mío, si muero y tú no mueres”.
Canciones de Neruda refleja las diferentes etapas del amor, ¿cuál de todos los movimientos le gusta más? Es muy difícil responder, porque me encantan todas, pero creo que puedo elegir dos. La número tres es tan hermosa. Se llama “No te vayas tan lejos, ni siquiera por un día”. He sentido esto antes, he sentido todas estas canciones antes. Ésa es la belleza de la vida y de cantar; puedo sentir estas composiciones y recordar esos momentos. Y luego, por supuesto, la última; creo que es algo que todos necesitan escuchar, incluso cuando alguien se va, cuando el amor termina, cuando alguien muere, el amor todavía está ahí, la experiencia todavía existe y sólo recuerdas ese momento.
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Antes de dedicarse a la ópera, quería ser jugadora de basquetbol. ¿Qué la hizo cambiar de rumbo? Cantaba ópera en la secundaria, estaba en la orquesta, pero también en el equipo de basquetbol y mi entrenador me dijo: “Tienes que elegir entre tu equipo y el basquetbol o cantar”, porque él pensaba que cantar no era importante, entonces tuve que elegir y fue un drama. Me castigó y no me dejó estar en un juego muy importante; yo estaba tan enojada que tomé la decisión: “Si no me vas a permitir que haga ambas, entonces cantaré”. Fue un momento triste en realidad y muy difícil en ese momento, pero sé que tomé la decisión correcta. Después fui a la escuela de música en Nueva York y sentí como si Dios me dirigiera a la música más que al basquetbol, aunque todavía amo ese deporte y todavía juego a veces solamente por diversión.
¿Podría haber correspondencias entre ser un jugador de basquetbol y ser una mezzosoprano? Absolutamente. El trabajo es duro, debes tener dedicación, enfoque y, sobre todo, saber lidiar con el rechazo, porque eso sucede. En el basquetbol pierdes un juego, pero en la ópera, cantando música clásica, a veces tienes una buena noche, otras no, y tienes que recuperarte de eso, tener un montón de fuerza mental y física. A veces estoy en una producción de ópera, como cuando canto Carmen y estoy corriendo por el escenario, debajo del escenario. Tienes que ser un atleta realmente; hay muchas similitudes y paralelismos. Yo me llamo a mí misma una atleta de ópera.
Por otro lado, ha habido algunas políticas que han impactado en la cultura y el arte en Estados Unidos. ¿Ha sido afectada por recortes como el que se hizo al Fondo Nacional de las Artes de EU? Sí, soy parte de algunas organizaciones que han perdido el financiamiento del Gobierno; es muy triste y agotador, porque el arte es tan importante y se siente como si no fuéramos apreciados. Tengo amigos que no son estadounidenses y no pueden venir a cantar aquí por cuestiones de sus visas. Es muy difícil, estoy tratando de no tener miedo, pero la realidad es que muchas cosas están siendo cortadas en el arte y eso asusta un poco. Creo que lo mejor que puedo hacer es cantar y usar mis dones tanto como puedo, usar mi voz en la escena, pero también fuera del escenario para hablar de los problemas, porque creo que a veces la gente no se da cuenta de que éstos son problemas reales.
También a organizaciones afroamericanas de las que fui parte se les cortó el dinero. El racismo es muy real, además de la política del gobierno, las cuestiones políticas. Son tiempos muy difíciles, pero creo que la música de alguna manera siempre sobrevive.