El papa León XIV ha hecho las paces con Jannik Sinner. El número uno del tenis varonil visitó al nuevo Papa el miércoles, le regaló una raqueta y le ofreció jugar, durante un día libre para Jannik Sinner en el Abierto de Italia.
León XIV, el primer Papa estadounidense en la historia, es un ávido jugador y fanático del tenis y había dicho a principios de esta semana que estaría dispuesto a participar en un partido benéfico cuando un periodista lo sugirió.
Pero en ese momento, el sumo pontífice bromeó: “No podemos invitar a Sinner”, una aparente referencia al significado en inglés del apellido de Sinner.

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Para el miércoles, todo parecía olvidado.
“Es un honor”, dijo Sinner en italiano al llegar con sus padres a una sala de recepción del auditorio del Vaticano. Sosteniendo una de sus raquetas y entregándole a León XIV otra y una pelota, el tres veces campeón de torneos de Grand Slam sugirió un rápido peloteo. Pero el Papa miró alrededor a las antigüedades y dijo: “Mejor no”.
León XIV, de 69 años y oriundo de Chicago, luego pareció bromear sobre su sotana blanca y su adecuación para Wimbledon, tal vez una referencia a la regla de vestimenta del All England Club.
Preguntó cómo iba el Abierto de Italia. “Ahora estoy compitiendo”, respondió Sinner. “Al principio del torneo, fue difícil”.
El tenista italiano disputará su partido de cuartos de final el jueves. El Masters 1000 de Roma es su primer torneo después de cumplir una suspensión de tres meses por dopaje que se consideró una contaminación accidental.
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