Luis Rubiales aseguró en la Asamblea Extraordinaria de la Real Federación Española de Futbol que no renunciará a su cargo, por lo que seguirá al frente de la RFEF sin importar el estrépito que causó el beso que le dio a Jenni Hermoso en la final del Mundial Femenil.
Entre gritos, el presidente de la RFEF reiteró: "¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir!". Las palabras de Rubiales hicieron eco al ser acompañadas por fervientes aplausos de los presentes en la asamblea, entre el que se encontraba el entrenador de la Selección Femenil de España, Jorge Vilda.
"¿Es tan grave para que yo me vaya, habiendo hecho la mejor gestión del fútbol español? Pues les voy a decir algo: no voy a dimitir. No voy a dimitir", dijo Luis Rubiales en su discurso, en donde más adelante aseguró que el beso con la jugadora del Pachuca en la Liga MX Femenil fue consentido.
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"El beso fue consentido. Jenni me levantó del suelo a mí y yo le pregunté por un pico y me dijo que vale", señaló el presidente de la Federación Española de Futbol, quien comparó el beso con Hermoso con uno que le daría a sus hijas.
"El beso, que fue más un pico, fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido. El deseo que podía tener en ese beso era exactamente el mismo al que podría tener dándole un beso a una hija", mencionó Rubiales para agregar: "no había posición de dominio".
En un giro de los hechos, el dirigente ibérico declaró: "Soy víctima de una cacería. Voy a ir hasta el final" y sentenció que es perseguido por un "falso feminismo", además que ofreció su relato completo de los hechos.
“Ella (Jenni Hermoso) me levantó del suelo, que casi nos caemos, y al dejarme en el suelo, nos abrazamos, me acercó a su cuerpo, le dije que se olvidara del penalti fallado y me respondió: 'Eres un crack'. '¿Un piquito?', le pregunté. 'Vale, me contestó'. Se despidió con un último manotazo en el costado y riéndose. Y de la anécdota, del 'no pasa nada', se pasa al silencio de la jugadora y después a un comunicado que no termino de entender", rememoró.
"Aquí se está ejecutando un asesinato social, se me está tratando de matar. A mí... Desde hace cinco años van a por mí con todo por tierra, mar y aire. Decenas de querellas, denuncias en todos los juzgados. Quiero decir, mirando a mis hijas, que hoy tienen que aprender una lección de igualdad: hay que diferenciar entre la verdad y la mentira", enfatizó.
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