William Burroughs conoció a Kurt Cobain cuando ya estaba muerto

Por la distancia geográfica y la diferencia de edades, pareciera inverosímil un encuentro entre el escritor inglés, William Burroughs y el depresivo y alterado músico que cambió el movimiento grunge en los años noventa: Kurt Cobain. Quizás haber vivido ambos en el mundo de las drogas sirvió para que esa reunión “imprevisible” entre ambos artistas —que Javier Ibarra documenta— se llevara a cabo. Cobain se quitó la vida meses después.

William Burroughs disfrutando de pastel y alcohol en su 70 cumpleaños.
William Burroughs disfrutando de pastel y alcohol en su 70 cumpleaños. Foto: Creative commons

1. William Burroughs se mudó a Lawrence, Kansas, Estados Unidos, en la década de 1980. Su amigo James Grauerholz, quien también era su editor, director comercial, albacea literario y bibliógrafo lo convenció de mudarse allí, a una zona tranquila y alejada de los excesos que solían ser característicos del gurú de la Generación Beat desde que publicó su novela debut: Yonqui. Estaba cerca de cumplir 70 años y en esa ciudad universitaria, sede de la Universidad de Kansas y la de las Naciones Indígenas Haskel, la gente lo trataba como a cualquier persona de la tercera edad y no como al autor de libros que cambiaron el panorama de las letras con El almuerzo desnudo en 1959.

Burroughs había vivido en ciudades como Londres o Nueva York, donde solía ser frecuentado por algunos de los personajes más importantes del rock: Paul McCartney, Mick Jagger, Joe Strummer, David Bowie, Lou Reed y Patti Smith, entre otros. En ese tiempo, quien en sus textos llegó a usar el seudónimo de William Lee, era adicto a la heroína, por lo que mudarse al Medio Oeste estadunidense, a un sitio donde podría estar alejado de las “drogas duras” le vino bien para vivir hasta el 2 de agosto de 1997, día en el que sufrió un ataque cardiaco y se convirtió para siempre en uno de sus apodos: El Hombre Invisible.

2. Kurt Cobain, líder de Nirvana y leyenda del movimiento grunge de los noventa, descubrió a Burroughs cuando estudiaba la secundaria en los años ochenta. Todavía no se formaba Nirvana con el bajista Krist Novoselic y el baterista Chad Channing. Faltaba tiempo para que se convirtiera en uno de los personajes más icónicos del rock, en especial a partir de que salió el álbum Nevermind en 1991. El libro escrito por Burroughs, ése que le cambió la vida a Cobain, fue El almuerzo desnudo. Publicado en 1989 por Anagrama, los editores lo anunciaban como “un descenso a los infiernos de la droga y una denuncia horrorizada y sardónica, onírica y alucinatoria de la sociedad actual, un mundo sin esperanza ni futuro”.

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Cobain, incluso cuando se encontraba de gira con la banda que marcó a la Generación X con canciones como “Smell Like Teen Spirit”, cargaba con un ejemplar de la publicación que le abrió la mente, lo acercó al arte y quizá también a las sustancias prohibidas. El escritor y periodista Sam Kashner, en una entrevista para la cadena de librerías Powell’s Books, contó que cuando Nirvana viajó por Europa en septiembre de 1991, el equipaje de Cobain “consistía en una pequeña bolsa que contenía sólo un ejemplar de El almuerzo desnudo [...] que había encontrado en un quiosco de Londres”.

3. The “Priest” They Called Him es una grabación de 1993, lanzada por el sello independiente Tim/Kerr Records, en la que Cobain toca la guitarra mientras Burroughs lee fragmentos de su colección de cuentos ¡Exterminador!, publicada originalmente en 1973. La historia del texto es la de un sacerdote que busca heroína durante la noche de Navidad. El músico y el escritor, sin embargo, no se conocieron en persona a través de ese proyecto. La voz se grabó enel estudio Red House de Lawrence en septiembre de 1992 y las guitarras se grabaron en el estudio Laundry Room de Seattle en noviembre de ese mismo año.

El disco conjunto apareció en formato picture disc (vinilo de 10 pulgadas con imágenes) y no tuvo mucho impacto comercial. Al día de hoy esta extraña grabación de noise y spoken word es considerada una valiosa pieza de colección. Cobain, sobre este sueño hecho realidad de hacer arte con Burroughs, escribió en sus diarios: “Acabo de colaborar con uno de mis únicos ídolos [...] y no podría sentirme más cool”. En septiembre de ese mismo año salió In Utero, tercer y último álbum de Nirvana. El primer sencillo fue “Heart-Shaped Box” y el video musical fue dirigido por Anton Corbijn, que anteriormente había hecho videoclips como el de “Personal Jesus”de Depeche Mode. Para el video, que ganó dos premios en los MTV Video Music Awards en 1994 (Mejor video alternativo y Mejor dirección artística), Cobain quería que Burroughs apareciera crucificado, y le escribió una carta en la que le pedía: “Como fanático y estudioso de tu obra, atesoraría la oportunidad de trabajar directamente contigo”. El escritor se negó a aparecer como el Jesucristo de la tercera edad que tiene puesto un gorro navideño.

4. A finales de octubre de 1993, un mes después de que apareció In Utero, Cobain visitó a Burroughs en el número 1927 de Leonard Avenue. Lo acompañaba Alex MacLeod, tour manager del grupo de Aberdeen, Washington. De hecho, quien vivió en carne propia el encuentro de dos titanes de la cultura pop, comentó esto en el libro de Charles R. Cross, Heavier than Heaven (2001): “Fue algo muy importante” para el guitarrista y vocalista de Nirvana, pues “nunca pensó que sucediera”.

The ‘Priest’ They Called Him es una grabación de 1993. al día de hoy esta extraña grabación de noise y spoken word es considerada una valiosa pieza de colección. 

Según otras declaraciones de MacLeod, Cobain tomó té, conoció el hogar y la máquina de escribir de su ídolo e incluso se metió al acumulador de orgón —inventado por el psicoanalista Wilhelm Reich— que Burroughs tenía en su jardín, supuestamente para lograr un efecto terapéutico. En el tiempo que compartieron el icono del grunge y la leyenda de la Generación Beat también se obsequiaron cosas. Según el libro William S. Burroughs and the Cult of Rock‘n Roll de Casey Rae, el escritor recibió una autobiografía del cantante y guitarrista de blues y folk, Leadbelly, así como un cuchillo; a cambio, el músico obtuvo una pintura hecha por el autor de su libro favorito.

5. El día que Cobain conoció a Burroughs tal vez haya sido uno de los más felices del líder de Nirvana. Ese encuentro, de hecho, pudo haber terminado en un festín de drogas, especialmente de heroína, que era la favorita de ambos. Casi seis meses después de haber compartido un rato con el autor de El almuerzo desnudo, se dio a conocer que Cobain se quitó la vida en su casa de Seattle con un disparo de escopeta en la cabeza.

El cuerpo de Cobain fue encontrado el 8 de abril de 1994, pero los hechos ocurrieron tres días antes, según los informes policiacos. Hubo una gran cobertura mediática de la tragedia y un profundo dolor generacional. Cobain desde muy joven —quizá desde que descubrió a Burroughs— tenía episodios depresivos y una larga historia con las drogas. También decía padecer dolores estomacales insoportables, odiaba ser famoso y su matrimonio con Courtney Love era complicado. Una frase de su nota suicida decía: “Simular que me lo estoy pasando al 100% bien sería el peor crimen que me pudiese imaginar”.

6. El 20 de febrero de 1994, Cobain cumplió años y Burroughs le envió una especie de collage donde su admirador aparece en el acumulador de orgón. El obsequio del escritor tenía una nota felicitándolo por sus 27 años y deseándole que cumpliera más. Sin embargo, cuando se enteró de la muerte del músico declaró: “Matarse no fue un acto de voluntad de Kurt, hasta donde yo sé, ya estaba muerto”.

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