Busca poner freno a la violencia en los estados

Iglesia se capacita para negociar con el crimen

Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia, asegura que con taller pretenden tener modelos de diálogo; esperan acceder al beneficio conjunto y alcanzar la reconstrucción social

Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia, ayer.
Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia, ayer. Foto›Captura de video

Alrededor de 40 clérigos y 30 laicos provenientes de las provincias eclesiásticas de Acapulco, Guerrero, Guadalajara, Jalisco, y Morelia, Michoacán, se capacitaron a través del “Taller para el Fortalecimiento de Capacidades de Negociación en Sacerdotes y Agentes”, el cual inició ayer y concluirá hoy 15 de julio. El objetivo es que la Iglesia pueda negociar con el crimen organizado.

El taller organizado en conjunto por la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, el Centro Lindavista y el Instituto para la Paz, pretende poner freno a la violencia en sus estados y, por ello, buscarán nuevos diálogos para frenar la actividad criminal en las entidades mencionadas.

Fuentes cercanas al arzobispado de Morelia señalaron que el taller impulsa la creación de un modelo de integración entre autoridades civiles, religiosas y la sociedad civil, para contrarrestar la violencia e inseguridad, donde uno de los objetivos sería construir una metodología de diálogo que permitiera el acercamiento entre párrocos y grupos alejados de la Iglesia.

  • El Dato: El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, advirtió que en la Iglesia hay preocupación por la presencia del crimen organizado en el estado, el cual amenaza a los jóvenes.

Al ser cuestionado sobre intentos previos para tener acercamientos con grupos delictivos, Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia, señaló que éstos no han prosperado por diversas circunstancias; primero, porque reconoció que se requiere capacitación.

El prelado reconoció que han llevado diálogos previos con grupos del crimen organizado, pero ahora con el Taller —que se llevaba a cabo en la sede de la Universidad Pontificia de México (UPM)— se pretende lograr herramientas que apoyen a los religiosos para lograr que llegue la paz a diversos estados del país.

“Sí, es parte de lo que estamos pretendiendo, aprender a ver cómo hacerlo. Cómo acercarse a ellos, parte de este taller es que precisamente tengamos alternativas y tener modelos de diálogo”, respondió Garfias Merlos a medios locales.

Asimismo, el arzobispo de Morelia detalló que, a partir del taller, se retoman experiencias de Colombia, y dijo que esperaban obtener un esquema para acceder al beneficio conjunto, en el que el delincuente se rehabilitara, brindaran asistencia a las víctimas y alcanzaran la reconstrucción del tejido social.

La Iglesia consideró que el diálogo con grupos delictivos ayudará a la construcción de paz. Por ello, Garfias Merlos dijo que la Iglesia católica mexicana busca aprovechar la experiencia de su homóloga de Colombia para alcanzar ese objetivo.

“Tenemos una vinculación directa con el Episcopado Colombiano, ellos tienen una experiencia de diálogo y de transformación de realidad en algunas diócesis, como San Buenaventura y Cali, donde tienen un diálogo directo con los grupos delincuenciales”, señaló.

Además, indicó que, por lo pronto, la Arquidiócesis de Morelia busca promover la construcción de Comités Municipales para la Paz y la Reconciliación, que estarían integrados por autoridades civiles y religiosas, así como miembros de la sociedad civil, especialmente los de aquellos sectores que se dedican a la proveeduría de bienes y servicios.

Garfias Merlos comentó que, desde hacía 20 años, un objetivo de la Iglesia mexicana “era alcanzar la paz” y, de 10 años a la fecha, cuando era arzobispo de Acapulco, se hizo visible la necesidad de dialogar con el crimen.

El llamado es a todas las iglesias del país, no sólo a los católicos, porque hay problemas en Guerrero, Michoacán y Jalisco, por decir algunos lugares; y se necesita una mayor participación de los líderes de todas las iglesias, trabajando desde comités municipales creados para un ejercicio de diálogos por la paz y la reconciliación.