El Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó al llamado Cártel de los Soles en su lista de organizaciones terroristas extranjeras, una decisión que el Gobierno de Venezuela calificó como una “ridícula patraña” y un intento de justificar una posible intervención.
Según Washington, la designación responde al supuesto papel del grupo en la importación de drogas hacia territorio estadounidense, acusación que las autoridades venezolanas niegan de manera categórica.

De acuerdo con el Departamento del Tesoro, la administración del presidente Donald Trump atribuye al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, la jefatura de esta estructura criminal. El líder venezolano ha rechazado en repetidas ocasiones tales señalamientos.

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Al respecto, el Gobierno venezolano, a través de un comunicado, afirmó que la medida carece de sustento y reiteró que el grupo es “inexistente”, por lo que la considera un mecanismo para promover un cambio de régimen.
Asimismo, Venezuela acusó a Washington de reeditar una “mentira infame” destinada a crear las condiciones para una intervención “ilegítima e ilegal”.
Por otro lado, organismos especializados han mostrado posturas divergentes respecto a la existencia del Cártel de los Soles. Algunas evaluaciones citadas por medios internacionales sostienen que no operaría como un cartel tradicional y que, en cambio, correspondería más bien a una red de corrupción donde autoridades militares y políticas obtendrían beneficios mediante acuerdos con narcotraficantes.
En este sentido, la fundación InSight Crime señaló previamente que atribuir el liderazgo del grupo a Maduro es una “simplificación excesiva”.
A propósito de las tensiones bilaterales, expertos citados por agencias internacionales indicaron que la figura legal bajo la cual se emitió la designación no autoriza, por sí misma, una acción militar. No obstante, en semanas recientes funcionarios estadounidenses han declarado que esta clasificación abre nuevas opciones para presionar al Gobierno venezolano.
Al mismo tiempo, Washington mantiene otras medidas contra Maduro, incluida una recompensa de hasta 50 millones de dólares por información que conduzca a su arresto.
En contraste, el mandatario venezolano ha reiterado que cualquier diferencia con Estados Unidos debe resolverse por la vía diplomática y reiteró su disposición a dialogar con quien así lo solicite.
Información de Reuters y Europa Press.
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