Al menos 10 palestinos, entre ellos un hombre de más de 70 años, fueron asesinados por el ejército israelí en una nueva redada que se prolongó por cuatro horas contra supuestos combatientes en Cisjordania, lo que escaló horas después con ataques desde la Franja de Gaza.
La Autoridad Palestina denunció que nuevamente las tropas de Benjamin Netanyahu irrumpieron en su territorio, en la ciudad de Nablus, agravando la tensiones con nuevos enfrentamientos, mientras que los responsables justificaron las operaciones al sostener que tenían identificados varios objetivos milicianos en la zona y auer frustraron posibles ataques y desmantelaron redes criminales con nexos terroristas.
Sin embargo, sólo una de cada tres víctimas mortales fueron identificadas como militantes enemigos, según Palestina, entre ellos el presunto asesino de un militar, de acuerdo con fuentes de Inteligencia, lo que aumentó las críticas contra Tel Aviv, pues desde el regreso de Netanyahu al poder aumentaron las acciones contra estos ciudadanos.
De acuerdo con registros de AP durante el año pasado —el más violento contra el sector— hubo casi 150 defunciones de palestinos en la gestión del entonces primer ministro opositor Yair Lapid, mientras que en sólo dos meses de la administración de Bibi ya se alcanzó la tercera parte de esos crímenes, lo que pone en evidencia que las restricciones contra los palestinos arreciaron.
En tanto, Hamas lanzó nuevas amenazas contra Israel al sostener que la “paciencia se está acabando”, pues el rival no diferencia entre civiles desarmados y supuestos agresores, ya que en los recientes operativos han muerto jóvenes ajenos a la revuelta y adultos mayores.
Sin adelantar cuál será su respuesta, dicha agrupación terrorista aumentó la amenaza contra la región enemiga, de acuerdo con declaraciones del vocero del sector de milicianos, Abu Obeda.
Y casi al cierre de esta edición, las fuerzas israelíes denunciaron una agresión con al menos seis proyectiles, de los que sólo uno cayó en un campo deshabitado, mientras los demás fueron interceptados por sistemas defensivos; sin embargo, ningún grupo rival se atribuyó los hechos, pero supone una escalada de tensiones y una respuesta militar.