La monja Mary Margaret Kreuper, quien estaba al frente de un centro católico de estudios primarios cerca de Los Ángeles, en Estados Unidos, desvió 835 mil dólares para gastarlos en apuestas y turismo de lujo.
Tras ser descubierta luego de gastar el dinero, que debía utilizarse en obras escolares para dicho centro escolar, la religiosa de 80 años de edad fue condenada a pasar un año y un día en una cárcel federal y restituir casi todo el dinero.
Aunque Kreuper apostó por una vida de pobreza cuando tomó sus votos religiosos hace seis décadas, eso no impidió que desviara 835 mil dólares de los fondos escolares para apostar en Las Vegas, como señaló un tribunal californiano.
Además, la originaria de Torrance, California, usó parte del dinero para financiar viajes a hoteles lujosos en la estación balnearia Lake Tahoe, ubicada en la frontera entre los estados de California y Nevada. En ese lugar, turistas esquían durante el invierno boreal y pasean durante el verano, en la Sierra Nevada.
Como indicó Los Ángeles Times, la monja reconoció ante un tribunal: "Sé que he pecado, que he violado la ley, no hay disculpas".
Aceptó también que sus delitos atentaron contra sus votos, "los mandamientos, la ley, y contra toda la confianza sagrada" depositada en ella por los responsables del colegio.
Ya desde el año pasado, en una audiencia inicial, Kreuper había aceptado el fraude y lavado de dinero.
La corte ya había sido informada de cómo el dinero había sido enviado a la escuela católica Saint James para solventar donaciones de caridad y matrículas de alumnos, pero fue desviado a cuentas secretas que Kreuper controlaba.
El expediente judicial indicó que cuando una auditoría contable estaba por realizarse, la monja pidió a los empleados del centro destruir los documentos que pudieran incriminarla.
Cuando fue confrontada por la Arquidiócesis local, Kreuper argumentó que los padres recibieron mejores salarios que las monjas y que pensó que merecía un aumento, detalló Los Ángeles Times.
El abogado de Kreuper, Mark Byrne solicitó que le permitan servir su condena en el convento donde estaba desde que los crímenes fueron expuestos a la luz pública, en 2018 y resaltó que la religiosa se había vuelto adicta a las apuestas.
"Esto no es una disculpa para lo que ella hizo, es apenas una explicación", declaró el defensor.
Por su parte, el juez de distrito Otis D. Wright II, dijo a Kreuper que había pensado mucho la decisión a tomar y reconoció que había sido una excelente maestra por muchos años.
"Pero en algún punto, se salió completamente del camino, y creo que lo comprende. Espero que lo comprenda", dijo el magistrado.
LRL