Fiscosterra, la única española que labora con naciones unidas

Una nueva era en el sector agro comienza a escribirse desde hace unos años, esto lo entendió Ficosterra, firma de origen español que se encuentra entre las empresas elegidas por Naciones Unidas para impulsar proyectos orientados a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Luis Lombana, CEO de Ficosterra, cuenta a La Razón que su compañía de biofertilizantes que fabrica en México ha sido la única empresa española seleccionada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP) para impulsar el cumplimiento del Objetivo 14 de los ODS, cuya misión es conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos.

“Con los biofertilizantes somos capaces de mitigar la contaminación procedente de los lixiviados de la agricultura. Es un problema que viene de lejos, y que afecta a mares y océanos”, aseguró.

Comparte orgulloso, que gracias a su compañía, la rentabilidad para el agricultor con el uso de biofertilizantes aumenta 20 por ciento, hecho que ya está demostrado con cosecha de jitomate en Ensenada, Baja California y que ha sido avalado por UNDP.

¿Cómo lo hace? Ficosterra transforma algas marinas en abonos bioestimulantes y biofertilizantes que favorecen el máximo desarrollo de cultivos y plantas. Es posible reducir la aplicación de fertilizantes químicos hasta en 30 por ciento e incrementar la rentabilidad de los cultivos en 20 por ciento.

¿Cómo describiría a su empresa? Somos una firma de biotecnología marina constituida en 2016 de la mano de la española Hispanagar que fabrica bioestimulantes y biofertilizantes de extractos de algas y microorganismos para favorecer el máximo desarrollo de cultivos y plantas.

Nuestros productos son una solución 100 por ciento orgánica, sostenible y respetuosa con el medio ambiente que ayuda a reducir el empleo de agroquímicos y contribuye a mejorar la productividad de la agricultura.

¿Cómo se convierten en la primera española en colaborar con la UNDP? Ficosterra fue seleccionada por UNDP para impulsar el cumplimiento del Objetivo 14 de Desarrollo Sostenible (ODS), cuya misión es conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, mares y recursos marinos. Sólo nueve empresas en todo el mundo fueron elegidas.

Trabajamos a través del proyecto internacional de la UNDP denominado Nutrialgae, donde se busca restaurar y proteger los océanos, costas y los recursos marinos. Las algas marinas reducen considerablemente el uso de fertilizantes de origen mineral y en consecuencia la carga de nitrógeno y fósforo que se filtra hacia los mares, todo ello sin afectar el rendimiento de los cultivos.

Los residuos de fósforo, nitrógeno y potasio que no son asimilados por los cultivos terminan en los acuíferos. En consecuencia, los mares se contaminan debido a la acidificación y eutrofización, creando “zonas muertas”, es decir, áreas del océano completamente sin oxígeno.

¿Cómo afecta la contaminación de los mares en la producción mundial de alimentos? Con el aumento de “zonas muertas” se estima que hay alrededor de 220 en todo el mundo. Se está generando un problema muy grave al que no se le ha dado la importancia adecuada, porque además los mares son la segunda fuente de producción de alimentos. Al dañarlos, se afectan las zonas de producción acuícola y pesquera.

¿En México, cuáles han sido los logros en la aplicación de los biofertilizantes? Las pruebas se empezaron a hacer en Ensenada —donde tienen su planta productiva en México— , con brócoli, donde el suelo es prácticamente desértico. Los bioestimulantes mejoraron la estructura de los suelos, los hicieron más porosos y menos salinos para mantener su productividad.

Actualmente, los agricultores de esta región han logrado producir más en menores extensiones de tierra que hace 30 años, adaptándose a condiciones climáticas extremas. Con menos tierra y menos agua.

Por tanto hemos conseguido tres cosas: mejorar la rentabilidad de los cultivos, el medio ambiente, principalmente los ecosistemas marinos y que el agricultor gane más dinero contaminando menos.

¿En qué otros cultivos están comercializando el producto, además del brócoli? Estamos presentes en cultivos de aguacate, jitomate, calabazas, uva, frutos rojos como las berries, fresas y frambuesas. En general, en cultivos que son de alto valor, donde nuestros productos dan la cara de una manera importante, por entidad estamos en Baja California y Sinaloa; pero la idea es extenderlo a todo el país

¿Los biofertilizantes son una opción para complementar la falta de fertilizantes químicos por la guerra entre Rusia y Ucrania? Sin duda. Justo es lo que queremos demostrar con nuestro trabajo y con el apoyo de financiamiento de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Nosotros estamos demostrando que es posible utilizar menos fertilizantes convencionales. Lo único que hace falta es darle visibilidad a estos productos.

¿Cuáles son los planes de Ficosterra en México? Vamos a desarrollar el mercado mexicano y para ello estamos avanzando en alianzas comerciales con el Grupo Navarro —líderes en construcción agroindustrial— para abordar de manera más ambiciosa y profesional la venta de nuestros productos para que todos los productores mexicanos se puedan beneficiar.

¿Cómo enfrentarse a los grandes competidores de fertilizantes químicos que dominan el mercado? Queremos llegar a acuerdos con estas grandes compañías para que a través suyo podamos poner nuestros productos en manos de los mayoristas. No somos competencia, queremos complementarnos con los grandes jugadores del mercado mexicano. Nuestra visión de negocios es de colaboración y de fortalecernos con alianzas.

¿Los productores mexicanos están listos, culturalmente, para usar biofertilizantes? Definitivamente llevar la innovación a los agricultores es todo un reto. Cuesta vencer esa inercia, pero yo les diría que los prueben, y si no les gusta, pues que no lo compren. Pero estoy seguro que lo van a seguir usando porque los resultados son excepcionales.

¿Los biofertilizantes son el futuro? No, ya son el presente. La demanda de productos orgánicos cada vez es mayor, los productores no pueden seguir sacrificando sus márgenes de ganancia y el planeta cada vez más demanda más cuidados; por esos tres motivos los biofertilizantes son ya el presente.