Política energética y desigualdad de beneficios, los retos del T-MEC

Al cumplirse dos años de la entrada en vigor del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) el balance general es positivo, aunque persisten retos relacionados con la política energética de México y la desigualdad de beneficios para las entidades de nuestro país.

Ana Bertha Gutiérrez, coordinadora de Mercado Laboral y Comercio Exterior del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), señaló que el riesgo más apremiante es la falta de alienación de la política energética de México y las prioridades de Estados Unidos y Canadá.

En entrevista con La Razón, la experta expresó que las exportaciones, incluso, son 10 por ciento mayores a 2019 y han sobresalido entre los indicadores macroeconómicos como la inversión y el consumo, por lo que continúan como el mayor impulso de la economía nacional.

Indicó que la facilidad del comercio exterior con sus socios comerciales ha permitido que México registre cifras positivas que se reflejan en el impulso que le han dado a la recuperación económica del país; no obstante, reconoció que es necesario que cumpla cabalmente con las disposiciones en materia energética, ambiental, agrícola y laboral.

“México tiene que ser más competitivo en el marco del T-MEC, donde el riesgo más apremiante es la falta de alienación de la política energética de México y las prioridades de Estados Unidos y Canadá”, expuso.

Recordó que esas naciones están empujando con gran auge las energías limpias y sustentables y, si bien no se aprobó la Reforma Eléctrica, “mandó un mensaje equivocado a los otros dos socios comerciales que mantienen la preocupación para esos dos gobiernos”.

En materia laboral, Gutiérrez expuso que el mecanismo de respuesta rápida encaminado al diálogo y soluciones entre México y Estados Unidos sin tener que llegar a un panel de solución de controversias, ha sido muy positivo.

A su vez, destacó que aún se encuentra pendiente la resolución respecto a la diferencia de la interpretación de Estados Unidos de las reglas de origen del sector automotriz en cuanto al valor de contenido regional; “lo cual tendrá implicaciones muy importantes para el sector”.

Reiteró que en general el balance del T-MEC es bueno y que los retos que se tienen se pueden solucionar, siempre y cuando exista la dispersión y la comunicación constante entre las partes.

El director general del Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), Fernando Ruiz Huarte, señaló a este diario que los retos que enfrenta el T-MEC es la integración comercial entre los tres países.

Aunado a lo anterior, existe la necesidad de políticas públicas específicas para impulsar un mayor valor agregado a las exportaciones mexicanas, en particular de las manufacturas; así como apoyo y estrategias desde el Gobierno federal para integrar a las Pymes a la cadena de exportación.

“Tener mayor valor agregado de las manufacturas nos genera por su efecto multiplicador un mayor crecimiento económico y generación de empleo y mejores remuneraciones”, aseguró.

Puntualizó que al ser el T-MEC un mecanismo regional facilita la captación de inversión, no sólo considerada para un mercado, sino para una región lo cual nos hace más atractivos.

“Por ahora tenemos que dedicarnos a promovernos como país, pero como una nación que se encuentra dentro de una región que agrupa a alrededor de 500 millones de habitantes”, subrayó.

Persiste la disparidad. En tanto, el coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), Ignacio Martínez, expuso a La Razón que la desigualdad de los beneficios del tratado entre las entidades federativas persiste, tal y como sucedió con el TLCAN.

Precisó que los efectos positivos del T-MEC, refleja en las entidades del norte del país, que al concentrar el 86.73 por ciento de las empresas IMMEX, de enero a marzo del 2022, su contribución al valor total de las exportaciones es de la siguiente manera: Chihuahua, 14.3 por ciento; Coahuila de Zaragoza, 11.8 por ciento; Baja California, 10.3 por ciento; Nuevo León, 9.5 por ciento y Tamaulipas 6.8 por ciento.

Sumados los porcentajes de estas entidades, resulta el 52.7 por ciento del total de exportaciones del país.

En contraposición, Ignacio Martínez señaló que las entidades federativas con menor porcentaje en el valor total de las exportaciones fueron: Oaxaca, 0.3 por ciento; Chiapas, 0.3 por ciento y Guerrero, 0.2 por ciento: estas tres entidades, suman solo 0.8 por ciento del total de exportaciones del país.