GENTE COMO UNO

Del paraíso al infierno solo hay un Chalco...

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: Imagen: La Razón de México

Íbamos tan contentas el grupo de 5 mujeres, en la camioneta donde nos trasladábamos juntas de regreso, mientras revisábamos fascinadas las fotografías de nuestra pintoresca caminata en las faldas del volcán Iztaccíhuatl.

Vista aérea de los trabajos de construcción del carril confinado de trolebús el miércoles, en Valle de Chalco, Estado de México.
Vista aérea de los trabajos de construcción del carril confinado de trolebús el miércoles, en Valle de Chalco, Estado de México. ı Foto: Especial

Habíamos caminado 16 km entre ida y vuelta y alcanzado los 4 mil metros de altura. Después de 6 horas de caminata volvimos todas empolvadas de arena volcánica, pero emocionadas de tanta belleza que nos regaló también Don Goyo esa mañana.

El GPS nos decía que el regreso al norponiente de la ciudad, con el tráfico anunciado nos tomaría al menos hora y media —aunque fuera domingo—, pues las obras que suponíamos terminadas, seguían tan incompletas como caótico el tráfico que provocan.

Nunca nos imaginamos el horror que nos esperaba, porque el oriente de la Zona Metropolitana del Valle de México, en los límites de la Ciudad de México con el Estado de México —que además es salida y entrada desde Puebla—, es el caldo de cultivo perfecto para el más dantesco infierno vial.

Las obras del trolebús elevado Santa Marta-Chalco y el viaducto elevado de 6.7 km a lo largo de la autopista México-Puebla, han conseguido que un tramo de 10 minutos se convierta en un viacrucis de hasta cuatro horas, aun en domingo.

La ambiciosa propuesta del trolebús es un proyecto que podría beneficiar a más de 3 millones de personas y reducir los tiempos de traslado de dos horas a 30 minutos en el recorrido más extenso, sin embargo, su terminación ha tardado mucho más de lo previsto, con todos los peligros cotidianos que incluye.

Originalmente se proyectó que esta vía de transporte estuviera funcionando desde octubre de 2023, pero no se cumplió. Luego se dijo que podría finalizarse en marzo de 2024, lo que tampoco ocurrió.

Las intensas lluvias de agosto pasado dejaron graves inundaciones en la zona, que provocaron manifestaciones de locatarios que bloquearon las vialidades, para presionar a las autoridades locales que tardaron más de 18 días en atender la situación.

Finalmente, se tiene previsto que este fin de semana —27 de abril— el trolebús elevado inicie operaciones, aunque en días pasados se informó que sólo funcionarán por el momento 10 de las 15 estaciones que lo conforman.

La justificación son las obras simultáneas que se realizan. Por un lado el colector de aguas pluviales en el municipio de Chalco y por el otro el viaducto elevado que aún está incompleto.

Las estaciones Vicente Guerrero, Chalco Centro, Los Reyes, La Caldera y Apolocalco permanecerán sin operación, además de que se contempla un cambio en la ruta que atraviesa los trabajos hidráulicos.

La ilusión es que con el inicio de las operaciones no sólo disminuyan los enloquecedores cuellos de botella viales, sino también la delincuencia que ha proliferado en la zona, con asaltos a autos particulares y en el transporte público, en medio de embotellamientos que hacen a los usuarios la presa más fácil.

A finales de febrero pasado, por ejemplo, se reportaron tres asaltos armados a transporte público en la carretera México-Puebla en menos de 24 horas, de acuerdo a testimonios recopilados por el diario Sol de Toluca.

El comercio local ha sido otra víctima, pues a lo largo de los años que tomó la construcción del trolebús, muchos negocios quedaron prácticamente inaccesibles en calles cerradas por las obras, donde ni los policías se dan una vuelta.

Hoy la autopista México-Puebla es considerada una de las más peligrosas del país, con 126 asaltos a transportistas sólo en el primer trimestre de este 2025 y donde las pérdidas van desde mercancía y unidades móviles, hasta vidas humanas.

En el Arial MT grupo de mujeres senderistas que nos acompañábamos ese domingo, venían tres extranjeras que en minutos pasaron del asombro por la belleza del paisaje de las altas montañas, al horror de un embotellamiento amenazante que mantuvo tres horas al borde de un ataque de nervios a la conductora asignada.

Al final salimos de ahí y todo quedó en una anécdota desafortunada, pero sabiendo que para otros millones de mexicanos se queda como la constante de su vida cotidiana, esperando el final de ése cuento de nunca acabar y ese es el verdadero drama.

Es esa otra cara de nuestro México que quisiéramos no tener que mirar, ni mostrar, en una zona tan desfavorecida en seguridad y movilidad, donde poco cambia, donde los plazos no se cumplen y los funcionarios faltan a su palabra porque pueden, frente a una población que se ha tenido que ir acostumbrado a esperar y conformarse, donde tantos se han llevado la vida en ello…