HABLANDO DE DERECHOS

LGBT

Jacqueline L'Hoist Tapia
Jacqueline L'Hoist Tapia Foto: larazondemexico

En el marco del 17 de mayo, Día Internacional contra la LGBTifobia, es importante detenernos a reflexionar sobre los avances y desafíos actuales en México por la lucha de los derechos de personas LGBT+.

Esta fecha conmemorativa tiene su origen en el 17 de mayo de 1990, éste fue el día cuando la Organización Mundial de la Salud eliminó a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, desde entonces han pasado 35 años y en nuestro país la LGBTifobia sigue siendo alarmante.

La transfobia, bifobia, lesbofobia y homofobia son formas de rechazo, miedo o discriminación hacia personas por su identidad de género u orientación sexual, basadas en prejuicios o estereotipos. Aunque cada grupo de la diversidad sexual tiene particularidades propias, las causas de su discriminación comparten raíces comunes en sistemas sociales, culturales e incluso creencias religiosas que han promovido normas rígidas sobre el género y la sexualidad de las personas.

La base de todas estas fobias es la heterocisnorma, que es una manera de pensar la cual asume como normal y pone como lo correcto que todas las personas sean cisgénero, es decir, que su identidad de género coincida con el sexo asignado al nacer, y heterosexuales. Bajo esta lógica, cualquier expresión o identidad que se salga de esa norma es vista como desviada, inferior o peligrosa.

En un informe de 2020 del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra las personas LGBT se estableció que 44% de los crímenes de odio en México son transfeminicidios. Por otro lado, en 2023, Transgender Europe, la red de organizaciones de personas trans, relató que de 2008 a 2023 se registraron 701 transfeminicidios en México, colocándolo en el segundo lugar a nivel mundial, después de Brasil. Diferentes organizaciones que documentan estos crímenes de odio reportan que después de las mujeres trans, son los hombres gay cisgénero los que han sido víctimas del mayor número de crímenes de odio.

En el ámbito laboral, las personas trans también son las más afectadas por la discriminación. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género de 2021, las mujeres trans tienen una probabilidad del 18.8% de ser rechazadas en un empleo debido a su identidad de género. Así es como la heterocisnorma va incentivando la discriminación e impactando en la vida de las personas LGBTTTIQ+. Es por eso por lo que resaltamos la importancia de comprender el origen de LGBTTTI+fobia, para erradicar no sólo las expresiones más violentas de estas formas de odio, sino también las microagresiones, estigmas y exclusiones cotidianas que las alimentan. Estas fobias no son simples opiniones personales ni reflejos instintivos, sino estructuras aprendidas y reproducidas por generaciones a través de la familia, la educación, los medios de comunicación, las leyes y la cultura popular. Por muchos avances legislativos que ha habido y la supuesta reducción de la violencia, la deuda histórica sigue pendiente, debemos romper con la idea de que sólo hay una forma “correcta” de ser, de vivir y de relacionarse.

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