Josefina Vázquez Mota

Destitución a los jueces que protegen pederastas

SIN MIEDO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Mientras los jueces continúen otorgando impunidad a los pederastas, el abuso sexual infantil jamás se acabará, y México seguirá ocupando el primer lugar en el mundo donde más casos se registran. Jueces como Júpiter López o Juan Manuel Alejandro Martínez Vitela deben de ser investigados y cesados de sus cargos, pues aún con pruebas en las manos, deciden dejar en libertad a pederastas a pesar de que miles de niñas y niños podrían ser sus siguientes víctimas. Está comprobado que un pederasta ataca por lo menos 60 veces en su vida, es decir, 60 niñas o niños serán víctimas; porque no importa que se cambien de trabajo, domicilio, religión, deportivo, congregación religiosa o de ciudad, ellos seguirán acechando a las niñas, niños y adolescentes. 

Por lo tanto, el que el juez Júpiter López haya decidido no vincular a proceso a Felipe ‘N’ en el caso de Salvador Cacho, y que Alejandro Martínez Vitela haya dejado en libertad a Alejandro ‘N’, en el caso de la hija menor de Victoria Figueiras, perjudican no sólo a sus víctimas al no hacerles justicia, sino que dejan en riesgo a niñas, niños y adolescentes.

Las determinaciones tanto de Júpiter López como de Martínez Vitela sientan un precedente a favor de los pederastas y en contra de las víctimas de abuso sexual infantil, pero, además, perpetuán la impunidad para los delincuentes sexuales.

La justicia para las víctimas de abuso sexual infantil no llegará mientras los jueces protejan a los pederastas y les den la espalda a las víctimas.

Hoy en México la no prescripción del abuso sexual infantil es una realidad gracias a que todos los grupos parlamentarios, de todos los partidos políticos, decidimos, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, estar del lado de las víctimas.

Los jueces son la puerta giratoria para que las víctimas de abuso sexual infantil obtengan justicia, y para que los agresores sexuales se enfrenten a la ley.

Que la decisión de un juez no ponga en riesgo la vida de niñas, niños y adolescentes. No más jueces que protejan pederastas.