Josefina Vázquez Mota

Él quitó la bandera, ellas pusieron la suya

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Josefina Vázquez Mota
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El Presidente cree, erróneamente, que la bandera del Zócalo le pertenece, y por eso decide cuándo sí hay que colocarla y cuándo no. Lo que a él se le olvida, es que para las mujeres no hay imposibles, y por eso, ellas colocaron la suya. Nadie es dueño de nuestro lábaro patrio, nadie, nos pertenece a todas y todos. Sólo quien es autoritario y dictatorial, decide en cuál concentración social puede o no estar la bandera.

Lo que el dueño del púlpito mañanero olvida es que son las mujeres las que concentramos más del 50 por ciento del padrón electoral, y no sólo eso, somos las que más votamos.

De acuerdo a los resultados del estudio muestral sobre la participación ciudadana en las elecciones federales de 2018 del INE, del 62.3 por ciento del electorado que acudió a votar, la participación de las mujeres fue mayor que la de los hombres por ocho puntos porcentuales.

Hoy, las mujeres tenemos en nuestras manos cambiar el destino de nuestro país, enseñarles en Palacio Nacional que las mujeres somos quienes hacemos a México grande, y que ningún Gobierno que nos cierra la puerta puede decir que es feminista.

Ver a las mujeres colocar su propia bandera nos debe llenar de orgullo, porque es el mensaje claro de que nada ni nadie nos detiene. De que un solo hombre no puede decidir cuándo poner o quitar nuestra bandera del Zócalo.

Pensar que por eso la marcha del 8M iba a ser menos importante o menos visual, es una tontería, porque ganaron más al subirse al asta y colocar una que nos represente. Y no es que nuestra bandera no lo haga, es que ha sido secuestrada por el inquilino de Palacio Nacional.

Al Presidente se le olvidó tomar en cuenta que al no izar la bandera, pintó de cuerpo entero su machismo, su misoginia, su intolerancia y su autoritarismo.

Él quitó la bandera, pero ellas pusieron otra, y eso para su egolatría seguro que le dolió. Que no se le olvide al señor Presidente que las mujeres somos las que más votamos y las que tendremos la decisión.