30 años de los esquizitos

LA CANCIÓN #6

30 años de los esquizitos
30 años de los esquizitosFoto: Cortesía del grupo
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El miércoles 4 de mayo de 1994 un tsunami musical golpeó al subterráneo del Distrito Federal: los Esquizitos dieron su primer concierto en El Ágora de Insurfentes, abriendo un show de “fenómenos eléctricos” para Sweet Leaf, en el que tocaron cinco canciones en estado de shock. En esas rolas podía percibirse el insano encontronazo entre la música surf de los sesenta y el psychobilly que inventaron los Cramps. Tuve la ventura de estar ahí con el Horacles, fue como presenciar el nacimiento de un ser de sonido bajo el agua. En ese bucito de rock no imaginamos que el cuarteto original cumpliría treinta años de tocar con un concierto el 4 de mayo de 2024 en el nuevo Multiforo Alicia. 

En aquella tocada empezaron a formar a una tropa de seguidores, la mayoría salidos del bar Tutti Frutti y la tienda de discos Super Sound, que atiborrábamos el SUB, el sótano de la Iguana Azul y el viejo Multiforo Alicia. En esos días sucedió el fenómeno de la máscara del Santo, a partir de la canción “Santo y Lunave” y la portada del disco Los Esquizitos (LP), en la que Alex usó la máscara y la motosierra. De pronto, los foros donde aparecían se rellenaban de luchadores con camisas hawaianas. Era el único grupo que en los noventa tocaba surfabilly en la escena de nuestro rock; también Los Sicóticos, pero desaparecieron como un bólido estrellado. Los Esquizitos, en cambio, siguen y siguen con la formación que inició: Brisa Vázquez en la batería, Nacho Desorden al bajo, Alex Fernández en la guitarra y el gran Güili Damage en la voz y la guitarra.

Sin proponérselo, crearon un movimiento de marea musical en la Ciudad de México. Después de ellos llegó la ola de enmascarados hawaianos con guitarras Fender agitadas por el trémolo, encabezados por Lost Acapulco, el primo-hermano de los Esquizitos. Por su parte, los Esquizitos se aventaron más allá, en su discografía Hágalo Usted Mismo (EP), el estupendo Tú Quieres Ser Como Yo (EP), Esa Noche (EP), Santa… or Astrosanta (sencillo) y Por Favor, Calmantes (EP), le meten a todo sin abandonar su lancha con fondo de cristal: punk, reggae, metal, tropical, rockabilly, country, psicodelia, shoegaze, noise y experimentaciones sonoras ambiciosas, como “El Efecto Bob Ross”, catorce minutos de ruido mareador. Usan instrumentos atípicos del rock, como el theremin, el kazoo, el acordeón y la motosierra. Y han hecho estupendas versiones que resucitan de Ramones, Pixies, Roky Erickson, los Twist e incluso le quitan lo fresa a Elton John. 

Desde la Iguana Azul hasta el Vive Latino, desde Los Ángeles hasta Suiza, en vivo son un revolcón de ola oaxaqueña digno de sobrevivirse. Hay que experimentar su show por lo menos una vez en la vida y perderse en la marea de gente que se mueve en el oleaje eléctrico. Además de la tocada del 4, que se grabará para un posible en vivo, terminan un disco con pura rola nueva y un libro que recopila su historia en fotografías, anécdotas, carteles y parafernalia. También, planean un documental. Se viene un ciclón esquizito