Monterrey, más allá de la carnita asada

Monterrey es una de las ciudades mexicanas con mayor crecimiento en los últimos años. Sus altos edificios, su creciente oferta cultural y vida social y nocturna dan cuenta de ello.

La ganadería y la minería fueron actividades importantes desde los albores de la Sultana del Norte y aún hoy en día son un reflejo de la vida regiomontana, desde su gastronomía hasta sus monumentos y su entorno urbano.

Arropada por la Sierra Madre Oriental, desde cualquier punto de la urbe es posible observar sus altas montañas, como el famoso Cerro de la Silla, de casi dos mil metros de altura. Desde algunos miradores de Monterrey, la vista es inmejorable, como desde el del Obispado, con sus banderas ondeando al viento.

La oferta gastronómica es muy v.ariada, desde las típicas gorditas de varios guisados hasta la imperdible carne asada y los tacos con harina de maíz, así como el cabrito al pastor o la machaca. Todo acompañado de una buena cerveza para aminorar el calor, que en verano puede superar los 40 grados.

La capital neolonesa no se queda atrás si se buscan espacios públicos para disfrutar de sus paisajes urbanos. La Macroplaza, el Parque Fundidora y el Paseo Santa Lucía son ideales para dar un paseo o conectar con su cultura en sus más de 20 museos repartidos por la ciudad.

Macroplaza

La plaza pública más grande de México tiene sus orígenes en los años 80; desde aquí puedes visitar el Barrio Antiguo, el Museo de Historia Mexicana, el Jardín Hundido, con sus monumentos y sus fuentes de personajes mitológicos, la Catedral Metropolitana de Monterrey, el Palacio de Gobierno, entre otros. En sus jardines hay palmas, arbustos y plantas de flores que aparte de embellecer el lugar, son atractivas para especies polinizadoras importantes.

Dónde: 5 de Mayo, Zaragoza, Zuazua y Constitución Zona Centro

Parque Cola de Caballo

El sitio es famoso por la cascada de 25 metros de altura que, como su nombre lo indica, asemeja a la cola de este animal. En el parque ecoturístico también podrás vivir experiencias llenas de aventura en tirolesas y puentes colgantes. O bien, para un plan más tranquilo, dar un paseo para admirar los paisajes naturales.

Dónde: Carretera a la Cola de Caballo, Cieneguill 

Mirador y Museo del Obispado

Desde este punto hay una vista inmejorable de la capital. El Cerro de la Silla, la Torre Obispado —la más alta de Latinoamérica— y el antiguo Palacio de Nuestra Señora de Guadalupe son algunos de los sitios que podrás fotografiar en el destino. Aquí encontrarás también un conjunto de banderas históricas monumentales, desde la más actual hasta la Trigarante. En el museo realizarás un recorrido por la historia de Nuevo León, donde se exponen objetos tanto arqueológicos como de la era industrial.

Dónde: Rafael José Verger s/n, Obispado.

Paseo Santa Lucía

Éste es uno de los lugares más encantadores de Monterrey: un río artificial —el más largo de América Latina— que conecta dos sitios emblemáticos de la metrópoli, la Macroplaza y el Parque Fundidora. Puedes tomar una lancha que te llevará a lo largo de sus aguas cristalinas o recorrerlo a pie y admirar sus esculturas, fuentes y murales, como El Crisol; admirarás las obras ¿De dónde venimos, quiénes somos y a dónde vamos?, del artista Gerardo Cantú, y La lagartera, del pintor y escultor oaxaqueño Francisco Toledo.

Dónde: Avenida Fundidora y Adolfo Prieto s/n, Obrera

Parque Fundidora

Con una extensión mayor a las 100 hectáreas, este parque público es de los más concurridos por locales y turistas, pues aquí además de pistas para correr y áreas verdes puedes alquilar bicicletas, visitar el Museo de Arqueología Industrial, la Cineteca y, dependiendo la temporada, la feria con sus juegos mecánicos y atracciones. Aquí existe el único horno abierto al público del mundo, el llamado Horno número 3.

Dónde: Avenida Fundidora y, Adolfo Prieto s/n, Obrera.