¿Invadirá Israel Rafah?

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

Gabriel Morales Sod*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Gabriel Morales Sod
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En las últimas semanas la posible invasión israelí a la ciudad de Rafah, en la frontera sur de la Franja de Gaza, ha ocupado los titulares de la prensa en el mundo.

Por un lado, la comisión para los derechos humanos de las Naciones Unidas ha advertido que la invasión, que implicaría el desplazamiento de miles o cientos de miles de civiles palestinos, podría desencadenar una profunda crisis humanitaria; por el otro, el gobierno israelí ha insistido que una invasión a Rafah es la única manera de acabar con la organización terrorista Hamas.

La verdad, como suele suceder, parece encontrarse en algún punto medio. La campaña militar israelí en Gaza ha destruido casi la totalidad de las tropas de Hamas en Gaza, con excepción de dos últimos batallones que se encuentran en la ciudad de Rafah. Conforme Hamas fue perdiendo terreno frente a Israel, sus militantes y todos sus dirigentes comenzaron a huir, por medio de la red de túneles subterráneos de la organización, al sur de la franja hasta llegar a Rafah.

Es altamente probable que Yahya Sinwar, el líder de Hamas y el cerebro detrás de la masacre del 7 de octubre, se encuentre en Rafah. Para Hamas, una organización que usa infraestructura pública (hospitales, escuelas y mezquitas) y a la población civil como escudo, Rafah es el refugio perfecto. Cientos de miles de palestinos que huyeron del norte de Gaza y de otras ciudades en el sur se han refugiado en Rafah, y una operación militar israelí implicaría un enorme costo para la población civil en el área y cientos de muertes de civiles. Hamas sabe que es poco probable que Israel conduzca un ataque en el área, pues esto implicaría la condena de la comunidad internacional.

Aunque es cierto que entrar a Rafah es la única manera de eliminar al liderazgo de Hamas, no es solamente el enorme costo civil y la dificultad de luchar dentro de una ciudad repleta de gente lo que detiene al ejército israelí. El liderazgo de Hamas trajo también a Rafah a todos los rehenes israelíes. Una invasión podría implicar la muerte de decenas de rehenes que aún siguen en vida. Por estos motivos es improbable que Israel conduzca una operación de gran envergadura en Rafah.

Sin embargo, como parte de su campaña para justificar la continuación de la guerra y asegurar la supervivencia de su gobierno, el primer ministro Netanyahu ha prometido durante semanas la invasión a Rafah y ésta se ha convertido en una consigna de la ultraderecha israelí. Netanyahu se encuentra en una encrucijada, pues sabe que invadir Rafah implicaría la muerte de rehenes, un enorme costo de vidas palestinas y podría convertir a Israel en un paria en la comunidad internacional, además de que es poco probable que Israel pueda acabar con Hamas en cuestión de semanas. Sin embargo, si Netanyahu no avanza sobre Rafah recibirá fuertes ataques desde la ultraderecha y su gobierno podría caer. Lo que nos espera es tal vez una operación de menor envergadura para que Netanyahu pueda fingir ante sus electores que está actuando en Rafah. Mientras tanto los rehenes seguirán debajo de la tierra y miles de palestinos refugiados estarán nuevamente en ascuas ante la posible reanudación de la guerra.