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“Me enfrento a una elección de Estado”

Por:
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Beatriz Paredes Rangel mantiene la convicción de que ganará los comicios del 1 de julio, pues a la competencia desigual que asegura enfrentar responde con una propuesta que atiende la demanda capitalina de acabar “con la corrupción y que rompería la inercia de gobiernos perredistas”.

La depuración de las policías, la democratización en la toma de decisiones con la creación de cabildos delegacionales, el apoyo a los jóvenes y a las mujeres y la movilidad en transporte público, así como el impulso de cadenas productivas y el fomento al turismo, complementan la oferta de campaña de la priista.

La ex gobernadora de Tlaxcala denuncia que enfrenta una elección de Estado, donde hay muchos recursos por parte de un partido político, además de “autoridades electorales que no son del todo imparciales”.

Sin embargo, la abanderada de la coalición PRI-PVEM declara: “yo creo que puedo ganar”, y desestima las encuestas que la ubican en el segundo lugar de las preferencias electorales, dado que no contemplan que alrededor de 50 por ciento de la gente se niega a contestarlas.

Pero lo importante es que muchos capitalinos desean erradicar la corrupción y saben que difícilmente el candidato del partido en el poder podrá separarse de las tribus perredistas, “y le será mucho más difícil sanear la ciudad en el supuesto de que lo quisiera hacer”, opina.

La ex legisladora federal define como un rasgo distintivo de su candidatura su desacuerdo con la estrategia económica que se ha aplicado en la ciudad de México, pues en los últimos 12 años —dice— se ha movido con la inercia de cierta anomia productiva.

Sobre los jóvenes de la capital dice: “tienen la preocupación de que cuando egresen tengan empleo. El empleo es una preocupación transversal a todo”. Tienen enormes expectativas, entonces hay una disfunción entre éstas y la realidad social que no les abre los espacios.

Para Beatriz Paredes estas preocupaciones y expectativas están entre los generadores de las movilizaciones que se han presentado en los últimos días.

“Creo que es natural que los jóvenes participen, creo que es perfectamente comprensible que los jóvenes se manifiesten, forma parte de una tradición de los movimientos estudiantiles en México y lo verdaderamente importante es que lo hagan con libertad, espontaneidad, que sea producto de sus convicciones y preocupaciones y que nadie pretenda o intente manipularlos”, subraya.

Confía en que los capitalinos valorarán su experiencia y sus propuestas. “Yo creo que puedo ganar”, reitera con aplomo.