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El asesor Naranjo

Por:
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Julián Andrade

Cuando el entonces candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, anunció la incorporación del general Óscar Naranjo a su equipo de colaboradores en temas de seguridad, fue una carambola y de cuatro bandas.

Significaba la llegada de uno de los colombianos que más conocen el tema de la lucha contra el narcotráfico, con una gran relación con autoridades de Estados Unidos y con buena fama.

Una vez que el PRI triunfó en la elección y se instalóen Los Pinos, el general Naranjo asumió la tarea de asesor externo, en la que permaneció hasta hace algunos días.

Quien fue director de la Policía Nacional de Colombia vuelve a su país con dos misiones fundamentales: integrarse de lleno a las negociaciones con las FARC y participar en la campaña de Juan Manuel Santos, ya que el ex mandatario tiene la intención de pasar un periodo más en la Casa Nariño.

Naranjo puede ser un activo, ya que cuenta con arraigo en su país.

La labor de los asesores es siempre incierta. Se comprometen con sus ideas y su nivel de influencia es siempre relativo y no creo que este caso haya sido distinto.

Naranjo, además y por su condición de extranjero, no podía tener ningún mando operativo  y participar  así sobre el terreno, donde al final del día se hace la diferencia, para bien o para mal, según sea el caso.

¿Influyó mucho Santos en algunas de las determinaciones? Por el momento no lo sabemos, pero sin duda fue una voz autorizada y capacitada.

La Política de Seguridad y Procuración de Justicia que implementa el gobierno mexicano tiene mucho de lo rescatable en las experiencias internacionales, incluida la colombiana.

Quizá la gran enseñanza sea la de no hacer del tema de la violencia el eje de los mensajes de gobierno. De los bandidos hay que ocuparse, deteniéndolos y llevándolos a prisión, no necesariamente hablando de ellos.

Colombia lo hizo  con Santos y no le han salido mal las cosas, aunque buena parte de los problemas persistan, porque tienen un carácter profundo y arraigado.

Un ángulo central es el que representa la información de inteligencia, la que permite dar golpes de precisión sin tener que utilizar la fuerza, o haciéndolo del modo adecuado, sin generar problemas mayores.

En las últimas semanas se empezaron a difundir versiones de que Naranjo era responsable del surgimiento de las autodefensas. Es absurdo. El propio director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, a quien nadie puede acusar de ser favorable al gobierno actual, recordó que el general colombiano alertó desde siempre, antes y ahora, de los riesgos inherentes a las defensas al margen de la ley.

En México, las autodefensas, surgieron por una de-satención de décadas en Michoacán y porque los delincuentes hicieron de la extorsión su fuente de financiamiento más importante.

Por ello el paso del general Naranjo hay que verlo como un ciclo en la construcción de un nuevo enfoque de la seguridad, pero en la particularidad mexicana.

julian.andrade@3.80.3.65

Twitter: @jandradej