En Totolapan se enterró al Estado de derecho
Estado fallido se instaló oficialmente en México, sin que parezca incomodar a ninguna autoridad, con el caso de Totolapan, Guerrero: una banda delictiva conocida como Los Tequileros plagió a un ingeniero el 11 de diciembre; en respuesta un grupo de autodefensas secuestró a la madre del líder de los plagiarios, Raybel Jacobo del Monte; y el 14 de diciembre ambos bandos intercambiaron a las víctimas.
¿Qué hizo la autoridad? Avalar esta práctica que atenta contra todos nuestros valores de Estado y de gobierno: “Es satisfactorio dar a conocer que el ingeniero Isauro de Paz Duque (la víctima de Los Tequileros), quien estaba secuestrado, ya se encuentra con su familia”, festejó el gobernador Héctor Astudillo.
Destrozó así el Estado de derecho, la facultad del Estado para mantener el monopolio de la fuerza, enterró el principal compromiso de todo gobierno, que es garantizar la seguridad de sus ciudadanos, incumplió su promesa de respetar y hacer respetar las leyes, y sentó el precedente del ojo por ojo.
Echó por tierra los esfuerzos del Gobierno federal para transformar el país e incluso pone en riesgo las reformas estructurales, toda vez que nos pone a los ojos del mundo como un país sin leyes, donde sus gobernantes están rebasados por la delincuencia y por el hartazgo ciudadano. ¿Quién querría invertir en un país de bárbaros?
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Ablandó Donald Trump sus fobias hacia los mexicanos y su vena empresarial lo está haciendo recular de comentarios ofensivos y bélicos.
El sábado pasado documentó el diario estadounidense The Washington Post: el presidente electo de Estados Unidos cenó con el magnate mexicano Carlos Slim, en su exclusivo club en Florida. “Fue una cena extraordinaria con una persona maravillosa”, declaró luego al mismo rotativo.
Un giro de 180 grados el que dio Trump, pues en campaña había acusado a Slim (cuya fortuna es de 50 mil millones de dólares) de ser parte de una conspiración en su contra, para evitar que llegara a la Casa Blanca.
Pero, como buen empresario, el republicano es pragmático y sabe que poderoso caballero, es don dinero.
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Vaya sorpresa la que dio Margarita Zavala al presentar su declaración 3de3.
Lo relevante es que está muy lejos de su declaración de ingresos por poco más de 868 mil pesos y no tener automóviles.
Lo interesante es lo que reporta de su esposo, Felipe Calderón: ingresos anuales por ocho millones 267 mil 515 pesos, casi 700 mil pesos mensuales.
¡Más que cuando era Presidente!
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Periscopio se toma vacaciones y regresa el 28 de diciembre.
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