a

La elección del domingo y el posible futuro institucional de las FARC

Por:
  • horaciov-columnista

No ha acaparado primeras planas, titulares de noticieros, ni generado tendencias en redes sociales; una buena parte de los capitalinos seguramente no están enterados; pero el próximo domingo 4 de septiembre los chilangos tenemos, de nueva cuenta, una cita con las urnas. Por el contrario, se observa júbilo mundial generalizado por el acuerdo de paz alcanzado en Colombia. Aquí un breve análisis de ambos procesos.

 Participación e innovación. Serán dos elecciones en la Ciudad de México: la de comités ciudadanos y consejos de los pueblos —que se realiza cada tres años— y la consulta ciudadana sobre presupuesto participativo —que se realiza anualmente—. Su importancia reside en que los vecinos de la capital podemos incidir en algunos servicios públicos en beneficio de las colonias y pueblos, nuestro entorno más inmediato. El principal desafío que tienen estos comicios es el abstencionismo. Históricamente, el rango de participación ciudadana en este tipo de procesos ha estado por debajo del 5% de la lista nominal del INE en la capital del país. Esto es debido a que, como no coinciden con la elección de alguna autoridad (como jefe de gobierno, delegados o cargos federales), no suelen despertar entusiasmo entre la ciudadanía. Un aspecto interesante de esta jornada será la posibilidad de ejercer el voto de forma anticipada (el día de hoy y mañana jueves 1º) por Internet, a través de un celular, computadora o tableta, para aquellos ciudadanos que realizaron un pre-registro y reciban su clave para votar. Quienes optaron por esa modalidad podrán ahorrarse el ir físicamente el domingo a la casilla. Habrá que evaluar los resultados del ejercicio del voto electrónico y, en esa medida, ver si se puede avanzar, al menos una micra, en la confianza en esta modalidad, de la que los partidos son tan escépticos.

 Triunfo de la política. Tras cuatro años, se llegó a un acuerdo definitivo para terminar la guerra civil más larga no sólo en América, sino en todo Occidente. El presidente Juan Manuel Santos anunció la firma de la paz con las FARC, tras 52 años de enfrentamiento. El acuerdo es complejo, pero la ruta a seguir es clara. En lo inmediato, el 2 de octubre el gobierno someterá a plebiscito ciudadano el acuerdo de paz, cuya aprobación se descuenta que ocurrirá. Pero lo interesante del proceso es la posibilidad de que el movimiento guerrillero transite por etapas en la vida pública de Colombia hacia un movimiento político. En un principio, las FARC contarán en el Congreso con seis representantes, con voz pero sin voto, para que se involucren en las discusiones sobre la implementación del acuerdo de paz. Para las elecciones de 2018 y 2022, podrán optar por participar en las elecciones y se les garantizará una bancada mínima: cinco diputados y cinco senadores, aún cuando por votación popular no alcanzaran el umbral, y a partir de las elecciones de 2026 podrán participar en las mismas condiciones que cualquier otro partido.

Allá se logró un gran acuerdo político con los grupos rijosos. Una muestra del talento político del gobierno colombiano.

hvives@itam.mx

Twitter: @HVivesSegl