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Morena está borrando al sol azteca del mapa electoral

Por:
  • ubaldo_diaz

Con mucha enjundia senadores y diputados del PRD y PAN gritaron, reclamaron y acusaron al PRI y al Verde de haber sido los culpables de que no pasara la ley anticorrupción, porque no les gustaba la ley 3de3, sin embargo, los que estuvieron en los jaloneas respectivos en el Senado de la República, nos platican que las cosas no fueron así y que los amarillos y azules entonces tienen doble moral.

Esas voces aseguran que los senadores tricolores y verdes fueron muy claros en su rechazo a la 3de3. Definitivamente dijeron no. El senador Emilio Gamboa explicó que no aprobarían esa ley pues seguramente la Suprema Corte aceptaría los reclamos de los que se niegan a hacer públicos sus bienes patrimoniales. Ya falló una vez la Corte en ese sentido. Entonces lo mejor sería matizarla y como no llegaron al acuerdo mejor no se aprobó esa 3de3 que era una de las siete leyes y así se atoró hasta un posible periodo extraordinario en julio.

Pero eso no es todo, nos dicen que los panistas estaban divididos en aceptar la 3de3. Lo hacían notar en privado, pero en público lo negaban y sólo culpaban al PRI y al Verde. Eso se llama doble moral.

En el caso del PRD acordaban y prometían algo en las reuniones y luego no lo cumplían, pero eso sí, igual que sus aliados del PAN, con mucha enjundia salían a acusar a priistas y ecologistas, pero no asumían su responsabilidad, e incluso había muchos que tampoco estaban de acuerdo con esa ley. También se llama doble moral.

Esas diferencias provocaron que no se aprobara la ley de anticorrupción y que las organizaciones civiles se fueran con la propuesta del PRI y del Verde. Con toda razón optaron por eso porque seguramente vieron que eso era mejor y así habría posibilidades de avanzar en temas contra la corrupción y luego seguir insistiendo, pero esa doble moral del PAN y el PRD fue la verdadera razón que frenó la aprobación.

Los legisladores del PRI y del Verde quisieran que con esa misma enjundia que salieron panistas y perredistas, salieran a reconocer su verdadera posición, pues muchos de ellos no han presentado la 3de3.

 Las encuestas tempraneras En el Distrito Federal, rechazan el dominio existente del sol azteca, desde 1997, con Cuauhtémoc Cárdenas cuando arrasó la ciudad, hasta la posición disidente de tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.

Es precisamente el partido del mesías tropical, Morena, el preferido por los capitalinos para su voto del próximo 5 de junio. El proceso no ha despertado el interés de la población porque ni entiende ni ve ventajas sustantivas en la conversión de Distrito Federal a Ciudad de México. A los capitalinos poco nos importa que se convierta en estado.

Pero el proceso está en marcha, y con los resultados del 5 de junio deberá integrarse la Asamblea Constituyente para elaborar la Constitución de la Ciudad de México. Los morenos de López Obrador tienen las preferencias en promedio hasta tres a uno y se acabaría el predominio del PRD, tendencia iniciada en las votaciones de 2015. Esa situación debe preocupar en serio al partido de Agustín Basave, pues los está borrando del mapa electoral en varios estados de la República.

Y si el PRD es barrido por Morena, no se diga los demás partidos; el Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) incluidos, Morena obtendrá una buena base electoral para el 2018.

 A medida que avanzan las campañas, las preferencias también toman forma más definida y aumentan las provocaciones y los pleitos, como acaba de suceder en Aguascalientes, en donde le enviaran a candidata priista Lorena Martínez a una militante panista a reclamar por que no le había cumplido con una tomografía. Los últimos muestreos dan Lorena Martínez, ventaja sobre su rival panista Martín Orozco Sandoval. En Tlaxcala, la panista Adriana Dávila aventaja a la candidata del PRD y al del PRI, mientras en Veracruz se aprieta la lucha entre los primos Yunes. Las descalificaciones se incrementan. Está muy cerrada la pelea.

ubaldodiazmartin@hotmail.com

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