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¿Por qué gana la derecha en América Latina?

Por:
  • rafaelr-columnista

El apretadísimo triunfo de Pedro Pablo Kuczynski en las elecciones del Perú coloca en el poder a otro líder de la derecha latinoamericana. La contienda peruana era entre dos candidatos de derecha, por lo que si hubiera ganado Keiko Fujimori, la misma tendencia regional se habría confirmado. De hecho, el fujimorismo ya ganó la mayoría parlamentaria en el país andino. El giro a la derecha no es absoluto —nunca el péndulo se desplaza totalmente de un lado a otro, ni siquiera en una región tan desigual y polarizada como América Latina—, por eso hay que pensarlo con cuidado.

Los máximos líderes de la izquierda autoritaria —Raúl Castro y Nicolás Maduro—, reunidos la semana pasada en La Habana, ofrecieron una respuesta a la pregunta de este artículo. Dicen, y sus medios afines lo repiten mecánicamente, que la derecha gana o, más bien, la izquierda pierde, porque existe una “contraofensiva imperialista y oligárquica contra los gobiernos populares, que busca restaurar el neoliberalismo”. Es decir, la izquierda pierde elecciones no porque sus programas y candidatos no convencen a las mayorías sino porque éstas son manipuladas por el gobierno de Estados Unidos y sus acólitos regionales.

¿Realmente es así? ¿Hay alguna evidencia de que el gobierno de Barack Obama estuvo involucrado en la elección de Mauricio Macri en Argentina o en la derrota del referéndum en favor de la reelección indefinida de Evo Morales en Bolivia? Dilma Rousseff y Lula da Silva, que mantuvieron buenas relaciones con Washington durante sus respectivos mandatos, han insistido en que no hubo interferencia extranjera en el proceso de juicio político contra la presidenta. Pero Castro y Maduro, al parecer, saben algo que los propios líderes de la izquierda brasileña desconocen.

No, la izquierda pierde no porque Washington manipule las elecciones, sino por sus propios errores, que jamás reconocerán sus partidarios acríticos. Las elecciones latinoamericanas son cada vez más competidas pero también más confiables. Si hubo una intervención de Estados Unidos en algún proceso electoral latinoamericano reciente, como las de Hugo Chávez entre 2006 y 2012, sólo esa izquierda gobernante puede documentarla. Ahora mismo no es, siquiera, una prioridad de Washington que se aplique la Carta Democrática de la OEA por la aguda crisis política que atraviesa Venezuela.

La izquierda pierde elecciones en América Latina por muchas razones, de las que sólo destaco tres. Ha gobernado diversos países, desde principios de la pasada década, y su saldo no es positivo, como demuestra el más reciente informe de la CEPAL. Las implicaciones en la corrupción de varios de sus gobiernos son archiconocidas, aunque, como hemos reiterado en esta columna, no son su patrimonio exclusivo. Por último, la izquierda pierde elecciones porque —con frecuencia, no siempre—, es despótica, caudillista y reacia a renovar su liderazgo. Verbigracia: Cuba, Nicaragua y Bolivia.

rafael.rojas@3.80.3.65